El uso de las pantallas podría interferir con el desarrollo infantil
Muchos niños pasan más tiempo delante de una pantalla –móvil, Tablet, ordenador TV- de lo recomendado. Lo preocupante es que, según un estudio que se publica en «JAMA Paediatrics», permitir que un niño pequeño esté demasiadas horas usando pantallas puede retrasar su desarrollo de habilidades como el lenguaje y la sociabilidad. La investigación, que ha seguido a casi 2.500 niños de dos años, es la última evidencia en el debate sobre cuánto tiempo de ‘pantalla’ es seguro para los niños.
Las madres y padres completaron un cuestionario entre 2011 y 2016 sobre el tiempo que pasaban sus hijos delante de una pantalla y sobre las habilidades y el desarrollo de sus hijos a los dos, tres y cinco años. A los dos años, los niños registraron alrededor de 17 horas de tiempo de pantalla por semana.
El número de horas aumentó alrededor de 25 horas a la semana a la edad de tres años, pero disminuyó a cerca de 11 horas a la semana a los cinco años, cuando comenzaron la escuela primaria.
La TV o el uso de pantallas táctiles y aplicaciones a edades tan tempranas podían tener efectos negativos en los pequeños y la evidencia sobre los beneficios de estos dispositivos a estas edades es limitada
Los hallazgos sugieren que el incremento en el acceso a las pantallas comienza antes de que se pueda ver cualquier retraso en el desarrollo. Sin embargo, no está claro si el tiempo de pantalla, incluido cuánto o qué tipo, es el culpable directo del retraso en el desarrollo. El uso de la pantalla puede ser una variable más en el desarrollo tardío, como la educación y cómo se invierte el tiempo del niño.
Los autores del estudio creen que el tiempo que se pasa delante de una pantalla se pierden otras ‘oportunidades’ importantes para practicar y dominar otras habilidades. En teoría, podría obstaculizar las interacciones sociales y limitar el tiempo que los niños pequeños pasan corriendo, escalando y practicando otras habilidades físicas, aunque es posible que finalmente se pongan al día.
Incluso sin una prueba sólida de daño, la investigadora de la Universidad de Calgary (Canadá), Sheri Madigan, afirma que tiene sentido moderar el tiempo de pantalla de los niños y asegurarse de que no interfiera con la vida familiar. También añade que, en retrospectiva, quizás deberían haber seguido a los niños desde una edad aún más temprana porque es cada vez más común que los bebés de 12 meses miren y usen pantallas.
¿Cuanto es demasiado?
El nuevo estudio no hace ninguna recomendación sobre cuánto es demasiado. Algunos de los niños de dos años estaban expuestos más de cuatro horas al día o 28 horas a la semana, según sus madres.
Según la Asociación Americana de Pediatría (AAP), los niños menores de 18 meses deberían evitar el uso de pantalla; de 18 a 24 meses la exposición debe ser de alta calidad y debe hacerse con sus padres para ayudarles a comprender lo que están viendo; los de dos a cinco años, el límite es de una hora al día y siempre con los padres presentes, y los niños mayores de seis años, coloque límites constantes, asegurándose de que el tiempo de pantalla no interfiera con el sueño y la actividad física.
La investigación, que ha seguido a casi 2.500 niños de dos años, es la última evidencia en el debate sobre cuánto tiempo de pantalla es seguro para los niños
¿Y en España?
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), en cuanto a los de edades comprendidas entre los 2 y los 5 años, aconseja que, «siempre que sea de forma controlada por parte de los padres, que se limite el tiempo de uso máximo una hora diaria y que se use la tecnología como una herramienta para el aprendizaje y el desarrollo de los niños, no debería haber problema».
Según recoge la Academia Americana de Pediatría en su última actualización del informe sobre el uso de tecnologías en menores de dos años, la televisión o el uso de pantallas táctiles y aplicaciones a edades tan tempranas podían tener efectos negativos en los pequeños y la evidencia sobre los beneficios de estos dispositivos a estas edades es limitada.
En cualquier caso, cada familia puede prguntarse si se controla el tiempo de pantalla o si interfiere el uso de la pantalla con la vida familiar o el sueño de los niños.
Si las respuestas son satisfactorias, entonces es probable que lo estén haciendo tan bien como pueden con este problema tan difícil.