El cómico Vladímir Zelenski gana la primera vuelta de las presidenciales ucranianas

De acuerdo con lo que venían anticipando las encuestas, el candidato más votado en las elecciones presidenciales que hoy se celebraron en Ucrania, según los sondeos a pie de urna, habría sido el rey del show televisivo, Vladímir Zelenski, que según el centro «Exit-poll Nacional-2019» obtuvo el 30,4% de los votos. Al no haber superado el 50% de los sufragios, deberá medirse en segunda vuelta el próximo 21 de abril a su más inmediato contrincante, el actual presidente del país Petro Poroshenko, que habría conseguido la segunda plaza con el 17,8 % de los votos.

La exprimera ministra y líder de la Revolución Naranja de 2004, Julia Timoshenko, ha vuelto a ver frustrados sus intentos de haber sido la primera mujer en dirigir Ucrania. Habría quedado de acuerdo con las encuestas a pie de urna en tercer lugar con el 14,2% de las papeletas. Junto con Timoshenko, lógicamente, han quedado fuera de la carrera electoral los otros 36 candidatos.

La carismática dirigente estuvo aún más cerca de ser la jefa del Estado en febrero de 2010, pero perdió por muy escaso margen en unos comicios en los que resultó vencedor, Víctor Yanukóvich, que abandonó el poder hace cinco años por la presión de la multitud en la calle y se encuentra actualmente exiliado en Rusia. En 2014, también fue derrotada a manos de Poroshenko. Ella ni siquiera pasó a la segunda vuelta (12,8%) mientras él ganó con el 54,7%.
Alianzas

Ahora habrá que ver qué pasa dentro de tres semanas y qué alianzas son capaces de aglutinar los dos finalistas para alzarse con la victoria definitiva. Como de costumbre cuando unas elecciones se celebran a dos vueltas, los llamamientos que hagan los candidatos que han quedado eliminados influirán en el resultado final. Aquí podría tener las de perder Zelenski, un hombre que no viene de la política y que cuenta con escasos apoyos dentro de la Rada Suprema (Parlamento) y del resto de las instituciones.

Pero todo está por ver. El cómico, que cuenta con las simpatías de la gente joven y se le percibe como «aire fresco», podría dar la sorpresa. Poroshenko, por el contrario, que ganó las elecciones de 2014 en primera vuelta con el 54,70%, ha perdido una parte enorme de su electorado a causa de las penurias y de que no ha logrado, como muchos esperaban, resolver el conflicto en la parte del este con los separatistas prorrusos.

La mitad de sus detractores le reprochan falta de firmeza por no haber recuperado por la fuerza las dos regiones rebeldes del este, Donetsk y Lugansk, algo que probablemente supondría un suicidio teniendo en cuenta el militarismo que exhibe el presidente Vladímir Putin. La otra mitad recrimina a Poroshenko no haber podido resolver el problema mediante el acuerdo y la negociación con Rusia, muy difícil también, ya que Putin no ha dejado prácticamente margen para el diálogo.

No obstante, Poroshenko va a poner toda la carne en el asador para desbancar a Zelenski, empleando para ello su posición privilegiada como máximo dirigente del país.

Por eso y ante la posibilidad de algún intento de manipular los resultados que arrojen las urnas, Zelenski ha dispuesto un procedimiento de recuento paralelo.
2.000 avisos de posible fraude

Serán sus activistas quien los coordinen y cuentan para ellos con miles de voluntarios. Han creado además una aplicación para los teléfonos móviles para que cualquier ciudadano pueda dar cuenta de inmediato de cualquier infracción o irregularidad que detecten durante el proceso electoral. Durante la jornada de hoy, el equipo de Zelenski recibió cerca de 2.000 avisos de posible fraude mientras la Policía tramitaba más de un millar de reclamaciones a través de todo el país e incoaba una veintena de demandas por la vía penal.

En el entorno del candidato prorruso, Yuri Boiko, antiguo ministro de Energía, alertan sobre el hecho de que, desde el poder, Poroshenko cuenta con un «potente sistema de falsificación del censo electoral y compra de votos». Así lo estima Víctor Medvedchuk, un político próximo a Boiko, que hoy quedó en cuarto lugar con el 9,8% de los sufragios. Sin embargo, muchos analistas consideran poco probable que el presidente ucraniano se vaya a arriesgar a un fraude masivo que seguramente provocaría una nueva revuelta en las calles y daría argumentos a Moscú para deslegitimar una vez más a los actuales dirigentes de Ucrania.

La semana pasada, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que el reconocimiento o no de los resultados de las presidenciales en Ucrania «va a depender de cómo se desarrollen los comicios». Peskov deploró el hecho de que las autoridades ucranianas no hayan permitido la presencia de observadores rusos. Según sus palabras, «además varios millones de ucranianos que residen en Rusia se quedarán sin votar» al no haber sido habilitados colegios electorales en las ciudades rusas con mayor número de pobladores procedentes de Ucrania.

El candidato preferible para Moscú era Boiko y el peor Poroshenko. Zelenski, según gran parte de la prensa rusa, es «el mal menor». Pero, sea quien sea finalmente el presidente, no parece que la actual situación de tensión y confrontación entre Kiev y Moscú vaya a desaparecer a medio plazo.

Tomado de https://www.abc.es