El peligro de conectarlo todo: una ciudad lleva un mes «hackeada» por un peligroso «ransomware»
«La ciudad de Baltimore actualmente no puede enviar o recibir correos electrónicos. Si necesita asistencia, llame al departamento con el que desee contactar». Este es el mensaje que aparece en la página web oficial de la ciudad más poblada del estado de Maryland (EE.UU.). Baltimore lleva desde el pasado 7 de mayo bloqueada. Toda su Red está en mano de «hackers».
Puede parecer surrealista pero no lo es. La ciudad de Atlanta fue «hackeada» en 2018. Ahora, le ha tocado a Baltimore. Está en manos de los ciberdelincuentes que se han hecho con el control absoluto de la ciudad mediante un ataque «ransomware» conocido como RobbinHood. Aunque poco a poco la ciudad va recobrando la normalidad, la realidad es que, a día de hoy, sigue estando secuestrada. Y lo peor es el coste que le está acarreando solucionar esta brecha de ciberseguridad: de momento lleva gastados más de 18 millones de dólares (16 millones de euros), según recoge « Ars Technica».
La ciudad informó el 7 de mayo de sus primeros problemas con la Red. El email de los servicios del gobierno municipal estaba fuera de servicio. Las líneas telefónicas de atención al cliente tampoco funcionaban. Los 10.000 funcionarios de la ciudad no podían trabajar ni atender a los ciudadanos, a quienes les era imposible pagar sus facturas online. Lo que comenzó siendo un habitual fallo de Red se convirtió en un secuestro en toda regla. Solo los servicios esenciales, como la policía, bomberos o el de salud, no se han visto afectados.
La causa de todos estos problemas es una variedad relativamente nueva de «malware» llamado RobbinHood. Al igual que otros programas de «ransomware», este virus informático cifra los sistemas, bloqueándolos totalmente. Los ciberdelincuentes se hacen con el control de la Red e impiden que pueda usarse, exigiendo un rescate. Tras recibir el dinero, ofrecerían la clave del descifrado.
La técnica del chantaje
El chantaje es el proceder habitual de este tipo de ataques. Sin embargo, los expertos en seguridad informática aconsejan no pagar nunca ya que, aunque la víctima desembolse el dinero, normalmente sigue sin recuperar la información. De hecho, según un estudio realizado en 2016 por Kaspersky Lab, aproximadamente una de cada cinco víctimas de «ransomware» que pagan a sus atacantes, no pueden recuperar sus datos.
La nota de rescate exigía el pago de 3 Bitcoins (unos 22.000 dólares; 19.500 euros) para desbloquear cada ordenador, o 13 Bitcoins (99.000 dólares; 88.000 euros) para liberar la ciudad entera. Según la prensa del país, cuatro días después del ataque, el coste del rescate ascendía a 10.000 dólares al día (8.800 euros). Los «hackers» aseguraban que pasados los 10 días sería imposible recuperar los datos. Sin embargo, el alcalde, Bernard C. Jack Young, se ha mantenido firme en no pagar el rescate.
«Sé que muchos residentes han dicho que deberíamos haber pagado pero tanto el FBI como el Servicio Secreto nos aconsejaron que no», informa el alcalde, que añade que «esa no es la forma en que operamos. No recompensaremos el comportamiento criminal». De hecho, pagar no es garantía de nada. Los ciberdelincuentes pueden dejar «malware» distribuido o «puertas traseras» para volver al ataque en un futuro.
Tres semanas después del ataque inicial, Baltimore sigue sin poder mandar correos electrónicos ni procesar gran parte de los pagos. Desde este martes, sin embargo, los ciudadanos pueden ya pagar sus facturas de agua. La ciudad intenta, poco a poco, volver a la normalidad.
«Estamos en el proceso de restaurar el correo electrónico y el acceso a los ordenadores de los empleados de la ciudad». Aunque Bernard C. Jack Young no ha dado detalles de los pasos que la Oficina de Tecnología de la Información de la Ciudad de Baltimore (BCIT) está siguiendo, sí ha dicho que «se implementó con éxito un piloto y estamos implementando esa solución en toda la ciudad». La recuperación sigue en sus primeras etapas.
«Ars Technica» informa que la ciudad se ha gastado más de un millón de dólares en hardware nuevo comprado a la compañía Dell.«Y mediante un contrato de personal provisional, la ciudad ha comenzado a traer trabajadores temporales para ayudar en la limpieza de ‘malware’»
La misma vulnerabilidad que WannaCry
Los responsables estiman que el coste del «hackeo» asciende a unos 10 millones de dólares (casi 9 millones de euros), sin tener en cuenta los otros 8 millones de dólares (7 millones de euros) que la ciudad ha perdido por su inactividad este tiempo.
El director de finanzas de la ciudad, Henry Raymond, ha calificado el estado actual de los sistemas de «no ideal, pero manejable»: se han restaurado algunos correos electrónicos y servicios telefónicos, y muchos sistemas se han mantenido. Pero los sistemas de procesamiento de pagos y otras herramientas utilizadas para manejar las transacciones de la ciudad aún están pendientes.
Cómo y quién ha realizado este ataque podría saberse tras meses de investigación. Pero, de momento, poco se sabe. Según « The New York Times», RobbinHood consiguió entrar en los sistemas gracias a EnternalBlue, la misma vulnerabilidad de la que se aprovechó WannaCry, el «ramsonware» que afectó a más 360.000 equipos de 180 países diferentes en el año 2017.
Una vez más, se evidencia la importancia de aplicar los parches de seguridad, que para EternalBlue existe desde abril de 2017.
Tomado de https://www.abc.es/