El desaconsejable hábito nocturno que, a la larga, engorda
Diversos estudios han demostrado ya una fuerte correlación entre la obesidad y la exposición a luz artificial durante la noche. Ahora, una nueva investigación ha concluido que solo una hora de exposición a la luz azul (el tipo de luz producida por las pantallas de dispositivos como el móvil o la televisión) antes de dormir eleva los niveles de azúcar en la sangre y aumenta el consumo de dulce en ratas macho. Este estudio, dirigido por Anayanci Masís-Vargas y colegas de la Universidad de Estrasburgo y la Universidad de Amsterdam, se presentó esta semana en la conferencia anual de la Sociedad para el Estudio del Comportamiento Ingestivo (SSIB) en Utrecht, Países Bajos.
Gran parte de la luz artificial a la que estamos expuestos proviene de luces LED y pantallas LED, que emiten altos niveles de luz azul. Las células retinales del ojo son sensibles a esta luz azul y transmiten información directamente a las áreas del cerebro que regulan el apetito
En su estudio, Masís-Vargas y su equipo expusieron ratas a la luz azul durante la noche y midieron el consumo de alimentos y la tolerancia a la glucosa al día siguiente. Cabe señalar que, para imitar mejor la exposición a la luz humana, las ratas utilizadas en este estudio fueron diurnas, es decir, despiertas durante el día y dormidas durante la noche, en lugar de las típicas ratas de laboratorio nocturnas que están despiertas durante la noche. Los autores descubrieron que, tras una sola hora de exposición nocturna a la luz azul, la tolerancia a la glucosa se alteró en ratas macho, una señal de advertencia de pre-diabetes.
Para investigar lo que sucede con el control del apetito y la elección de alimentos después de la exposición a la luz azul en la noche, a las ratas se les dio la opción de elegir entre un alimento nutricionalmente equilibrado (alimento estándar para roedores), agua, manteca de cerdo y azúcar. Después de la exposición a la luz azul, observaron que los animales machos tomaron más azúcar esa noche que durante las noches sin exposición a la luz azul.
Estos estudios muestran claramente que estar expuesto a la luz, especialmente a la luz azul, durante la noche es perjudicial y que el uso de pantallas a la hora de dormir puede aumentar nuestra tendencia a consumir alimentos azucarados y alterar nuestra capacidad para procesar ese azúcar, especialmente en los hombres. Aunque las ratas se analizaron después de solo una noche de exposición a la luz, con el tiempo, esto podría llevar al aumento de peso y al desarrollo de diabetes.
«Limitar la cantidad de tiempo que pasamos frente a las pantallas por la noche es, por ahora, la mejor medida para protegernos de los efectos dañinos de la luz azul. En caso de que sea necesario exponerse a los dispositivos por la noche, recomendaría el uso de las aplicaciones y las funciones del modo nocturno en los dispositivos, que hacen que las pantallas se vuelvan más naranjas y menos azules o el uso de gafas de filtrado de luz azul que ya están disponibles en el mercado», aconseja Masís-Vargas.
Tomado de https://www.abc.es