Von der Leyen promete un seguro europeo de desempleo para lograr la investidura
374 votos en el Parlamento Europeo es la cifra complicada pero alcanzable que puede convertir este martes a la alemana Ursula von der Leyen en la primera mujer que alcanza la presidencia de la Comisión Europea desde el nacimiento del organismo en 1958.
La todavía ministra alemana de Defensa y compañera de partido de la canciller Angela Merkel apura las horas para el discurso que deberá leer ante el pleno parlamentario en Estrasburgo y con el que intentará sumar los escaños necesarios para alcanzar la mayoría absoluta en un hemiciclo de 747 (cuatro eurodiputados menos de lo previsto, entre ellos Junqueras, Puigdemont y Comín no han llegado a ocupar el escaño).
A la espera de ese discurso, la candidata ha remitido ya este lunes una respuesta por escrito a las demandas y objeciones planteadas por el grupo socialista (S&D) y el liberal (RE), esenciales para lograr un nombramiento basado en una mayoría europeísta. Entre las propuestas estrellas, figura la promesa de un Mecanismo europeo de Reaseguro de Desempleo, una exigencia planteada desde hace meses por los socialistas y por países como España, pero que no logró despegar durante la pasada legislatura.
El mecanismo permitiría completar con recursos comunitarios la factura nacional de la cobertura de desempleo en los países que sean golpeados por una crisis asimétrica (que no afecte a toda la Unión). El ejemplo más recurrente en Bruselas alude a un posible Brexit brutal, en el que la salida del Reino Unido de la UE sin acuerdo condenase a Irlanda a una grave recesión y a una repentina escalada del paro. En casos como ese, el mecanismo europeo socorrería al país concernido y cubriría parte de los subsidios de desempleo con el objetivo de que el Estado no se viera obligado a recortar otras partidas como la inversión pública, necesarias para la pronta recuperación económica.
El seguro europeo de paro puede lograr que una parte del grupo socialista en el Parlamento Europeo supere las reticencias para votar a Von der Leyen, una candidata del Partido Popular Europeo surgida de un acuerdo del Consejo Europeo que ignoró a los candidatos principales de los partidos, incluido el socialista holandés Frans Timmermans.
Josep Borrell, ministro español de Exteriores en funciones y candidato a ocupar el puesto de Alto Representante de Política Exterior en la Comisión de von der Leyen ha elogiado el contenido de la carta de la candidata. «Me parece de un acendrado europeísmo», ha señalado Borrel en Bruselas, donde asiste al consejo de ministros de Exteriores de la UE. «Con ese contenido es difícil que el grupo socialista no la apoye y si no la apoyan sería por motivos diferentes al contenido de la carta», ha añadido el ministro español.
Fuentes comunitarias dudan, sin embargo, que Von der Leyen pueda lograr la unanimidad del grupo, dado que la delegación alemana (SPD) ha mostrado su completo rechazo. En la votación en el Consejo, la canciller ya tuvo que abstenerse por exigencia de su aliado socialista en el Gobierno y Von der Leyen fue respaldada por 27 de los 28 socios de la UE: todos menos Alemania.
Las cartas de la candidata a socialistas y liberales pretenden, al menos, reducir al máximo la pérdida de votos en ambos grupos, porque dejaría la investidura en manos de los conservadores euroescépticos de ECR (donde se entran los eurodiputados polacos de Kaczynski o los españoles de Vox) o de Identidad y Democracia (el grupo impulsado por Matteo Salvini y Marine Le Pen). Von der Leyen ofrece a los grupos europeístas un largo listado de promesas y compromisos, aunque algunos de ellos ya estaban sobre la mesa de la actual Comisión y otros dependerán en gran medida de la voluntad de los Estados miembros o del propio Parlamento.
Propuestas
En cuando a las políticas climáticas, la aspirante ofrece elevar la reducción de emisiones de CO2 hasta el 50% como mínimo en 2030 (en relación con 1990) frente al 40% actual, con el objetivo de llegar a la neutralidad total en 2050. Von der Leyen también propone una tasa que grave las importaciones de países que no cumplan unas condiciones de reducción equiparables a las europeas, un gravamen que podría penalizar, por ejemplo, a las exportaciones energéticas desde Marruecos a España.
La candidata también recoge la demanda de los socialistas de crear un Plan de inversión sostenible, aunque no menciona la dotación. Los socialistas reclaman que el plan movilice hasta un billón de euros entre 2020 y 2024. El programa de inversión actual conocido como Plan Juncker (por el presidente de la Comisión) aspira a movilizar 650.000 millones entre 2021 y 2027.
La carta también se queda corta en otras demandas, como la de establecer en una directiva los derechos de los trabajadores de plataformas digitales como Deliveroo o Uber. Von der Leyen se limita a ofrecer «una mejora de las condiciones» de esos empleados, pero sin concretar la fórmula legal para lograrlo.
La alemana es más concreta al recoger propuestas de la Comisión saliente, como la directiva para fijar cuotas de mujeres en los consejos de administración, la de establecer una guardia europea de fronteras (con 10.000 efectivos en 2024) o la de obligar a todos los países a fijar un salario mínimo. Todos esos planes ya se han encontrado insuperables objeciones en el Consejo de la UE y Von der Leyen tan solo podrá darles un nuevo impulso con la esperanza de lograr las mayorías necesarias.
Von der Leyen también se hace eco de la propuesta de algunos países de Europa del Este de crear un mecanismo de revisión del Estado de derecho, con el objetivo de no concentrar la vigilancia en los Estados sospechosos (como Hungría, Rumanía o Bulgaria) y de resaltar las carencias que también hay en otras democracias presuntamente más consolidadas, desde Alemania a España.
Las cartas también secundan la apertura de negociaciones para la adhesión con Albania y Macedonia del Norte, propuesta muy polémica en países como Francia y Holanda. Y sobre el Brexit, Von der Leyen sigue la línea vigente hasta ahora en la Comisión Europea: aplazamiento de la salida si es necesario.
Tomado de https://elpais.com