Francia, a las puertas de la parálisis nacional contra Macron
Los sindicatos protestan contra el proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones y han convocado una jornada de huelgas, «prorrogable», que se propone reducir al mínimo la circulación ferroviaria nacional o el tráfico aéreo
Entre el 60 y el 70 % de los franceses dicen «comprender» y «aprobar» las huelgas, manifestaciones y jornada de protestas que proyectan «paralizar» y «bloquear» Francia, este jueves, día 5, durante una jornada que será una imprevisible encrucijada para la presidencia de Emmanuel Macron.
Los sindicatos protestan contra el proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones y han convocado una jornada de huelgas, «prorrogable», que se propone reducir al mínimo la circulación ferroviaria nacional, el tráfico aéreos en los grandes aeropuertos, la prestación de servicios públicos.
Las empesas del transporte público anuncian «grandes perturbaciones».
Médicos, enfermeras y el conjunto del personal de los hospitales públicos continúan protestando contra la crisis de la sanidad nacional.
Los agricultores protestaron días pasados, denunciando la degradación de su situación económica y social. Muchos de ellos sentirán la tentación de participar de alguna manera en la jornada de protesta. En Francia se suicida un agricultor cada tres días.
Los policías protestaron hace semanas, denunciando la crisis «laboral» en el escalón más modesto de la seguridad nacional, culminando con un rosario de suicidios.
Estudiantes y profesores llevan varios meses protestando en un tono muy agrio. Se han sucedido varios suicidios.
La franquicia de los chalecos amarillos, donde «cohabitan» muy distintas familias sociales (de la extrema izquierda a la extrema derecha, pasando por la Francia «precaria») estará presente de manera imprevisible en la jornada de crisis, manifestaciones y huelgas.
Todas esas crisis y problemas tienen muy distintos orígenes. Y no siempre son «comparables» ni «compatibles». Tienen en común una angustia social compartida por franceses de muy distinta condición: funcionarios del sector público menos favorecido, obreros en sectores precarios, pequeños empresarios y profesiones liberales que se consideran víctimas de una «precariedad creciente».
Si la jornada de huelgas y manifestaciones se prolongase, los próximos días, la presidencia de Emmanuel Macron entraría en un fase de imprevisibles turbulencias.
Tomado de https://www.abc.es