Los genes que reducen el riesgo de alzhéimer

Un estudio que ha analizado el ADN de más de 10.000 personas ha identificado una clase de variantes genéticas que parecen proteger contra la enfermedad de Alzheimer. Los hallazgos, publicados en «Annals of Human Genetics», sugieren que estas variantes genéticas naturales reducen el funcionamiento de las proteínas llamadas tirosina fosfatasas, que se sabe que deterioran la actividad de una vía de señalización celular conocida como PI3K / Akt / GSK-3β, importante para la supervivencia celular.

La investigación se basa en estudios previos llevados a cabo en ratones y ratas, que sugirieron que la inhibición de la función de estas proteínas podría proteger contra la enfermedad de Alzheimer. Ahora, es la primera vez que se ha demostrado un efecto de este tipo en personas.

Los investigadores del Colegio Unversitario de Londres (Reino Unido) creen que la vía de señalización PI3K / Akt / GSK-3β podría ser un objetivo clave para futuros medicamentos y los hallazgos también fortalecen la evidencia de que otros genes podrían estar relacionados con un riesgo elevado o reducido de la enfermedad de Alzheimer.

Cuando las variantes genéticas naturales reducen la actividad de las tirosina fosfatasas, esto hace que sea menos probable que se desarrolle alzhéimer, lo que sugiere que los medicamentos con el mismo efecto también podrían ser protectores

«Estos resultados son alentadores. Parece que cuando las variantes genéticas naturales reducen la actividad de las tirosina fosfatasas, esto hace que sea menos probable que se desarrolle alzhéimer, lo que sugiere que los medicamentos con el mismo efecto también podrían ser protectores», explica el autor principal, profesor David Curtis.

Los científicos analizaron el ADN de 10.000 personas: la mitad con enfermedad de Alzheimer y la otra mitad sin ella. En total, los investigadores examinaron todas las variantes de secuencia de ADN en más de 15.000 genes, incluyendo más de un millón de variantes individuales, para identificar genes en los que las variantes dañinas eran más comunes en personas con o sin enfermedad de Alzheimer.

Los investigadores descubrieron que el riesgo de alzhéimer es menor en personas con variantes dañinas en una clase particular de genes, que codifican las tirosina fosfatasas. Los hallazgos sugieren que fármacos que tienen el mismo efecto también podrían reducir el riesgo de Alzheimer. De hecho, hay algunos medicamentos que actúan sobre las tirosina fosfatasas, pero todavía no se han probado en ensayos clínicos.

Este trabajo, asegura Curtis, «nos ayuda a comprender cómo se desarrolla la enfermedad de Alzheimer; es decir, ver que algunas personas tienen estas variantes genéticas y otras no, podemos apreciar cómo el impacto de tener variantes particulares es una probabilidad reducida de desarrollar la enfermedad de Alzheimer».

Los investigadores también encontraron evidencias de que, si hay variantes genéticas que dañan el gen de la proteína PI3K, entonces aumenta el riesgo de alzhéimer, y un nuevo gen que no se había relacionado con el riesgo de alzhéimer, C1R.

«Identificar variantes de ADN que modifiquen el riesgo de la enfermedad de Alzheimer es útil, ya que puede ayudarnos a desarrollar medicamentos que se dirijan a las mismas proteínas. Investigadores de todo el mundo están encontrando formas de detectar las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, antes de que aparezcan los problemas cognitivos», concluye el profesor Curtis.

Tomado de https://www.abc.es