5G: ¿una puerta abierta para el ciberdelincuente?

Aunque el pasado año se produjo en realidad el pistoletazo de salida de las redes de quinta generación, este año se espera el tintineo del despliegue de las nuevas conexiones móviles. Un futuro que se aproxima tambaleándose y que promete conectar todos los aparatos electrónicos del mundo. El 5G va a ser la puerta hacia el futuro pero, también, el método para frotarse las manos desde el mundo de la ciberdelincuencia.

Esta situación es «completamente nueva» y «se necesitan tomar precauciones adicionales para protegernos frente a nuevos ataques», explica en un comunicado Enrique Domínguez, director de estrategia en Entelgy Innotec Security, con motivo del Día de Internet Seguro, que se conmemora desde el año 2004 para concienciar a los usuarios en materia de seguridad en la red.

El tsunami digital que ha empezado a moverse va a hacer que exista un mayor número de dispositivos conectados. De hecho, se van a multiplicar los puntos de acceso y, aunque los expertos aseguran que los fabricantes tienen concebido una muralla para bloquear ataques, el riesgo va a ser insospechado. Según la consultora Gartner, para este 2020 se prevé unos 20.000 millones de dispositivos en el ecosistema de «Internet de las Cosas». Es decir, miles de aparatos que «hablan» entre ellos, transmitiendo datos fugazmente.

Va a ser un entorno que obligará, a tenor de los expertos, de temer nuevos ataques de todo tipo. La razón, un incremento importante del número de dispositivos conectados y, por tanto, de la superficie de exposición frente a posibles ataques. «Muchos de estos equipos han nacido con una seguridad deficiente, bien sea en el propio desarrollo, bien en su configuración posterior. A ello se une el hecho de que, en ocasiones, esta configuración por defecto, es vulnerable y nunca se cambia por el usuario», añaden expertos en seguridad informática.

En algunas ocasiones los dispositivos «no están preparados para ser gestionados y actualizados de forma masiva», añaden los mismos expertos, por lo que es probable que sean más inseguros a medida que vayan apareciendo nuevas vulnerabilidades. Por esta razón, es primordial mantener los equipos y sistemas actualizados, cambiar la configuración de fábrica y, sobre todo, modificar las contraseñas de acceso que vienen por defecto. Para Alberto Villagrasa, comisionado en ciberseguridad de la Fundación para el Desarrollo de la Innovación y la Tecnología (Funditec), «hace falta más conciencia ciudadana en materia de seguridad. La gente se piensa que solo afecta a un ordenador de su casa o a las grandes empresas», recalca en conversación con ABC.

«Cuando un servicio doméstico va por Wifi, puede ser susceptible de ser “hackeado” y, por tanto, poder penetrar en nuestros domicilios», añade. «Las nuevas tecnologías siempre van en beneficio de la humanidad, pero como son nuevas y cada vez las distancias se hacen más cortas, sobre todo en la comunicación, esto tiene que hacer que tengamos parámetros de ciberseguridad mucho mayores. Aprovechar el 5G y el desarrollo de oportunidades que nos aporta para tener mayores oportunidades en el futuro, tiene que haber de forma paralela aportar una mayor ciberseguridad a nuestro entorno. estos ecosistema se van a comunicar entre ellos, que es algo beneficioso, pero también tiene un añadido de que alguien pueda captar esos datos en beneficio propio».

Las redes 5G nos llevarán a un nivel de hiperconectividad sin precedentes que favorecerá el impulso del Big Data, la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas. A raíz de estas tecnologías, se introducen nuevos servicios como el edge computing, o la computación de proximidad, que permite un procesamiento de los datos más cerca del usuario final, lo que ofrece unos tiempos de servicio mucho mejores. «Todos estos nuevos servicios se encuentran en una fase de maduración temprana y sus riesgos se conocen poco», recalcan los expertos de Entelgy.

Sus aplicaciones prácticas son ilimitadas. Por ejemplo, el coche autónomo se conectará a través de 5G y una flota de coches conectados utilizará una infraestructura de red compartida, interconectando equipos. Por este motivo, el riesgo en ciberseguridad vendría de la capacidad de los ciberdelincuentes para infectar las redes con bots o «hackear» dispositivos, como si fuese un ejército. En este punto, el tiempo de reacción frente a un ataque de este tipo se reduce y por eso «es tan importante que se realicen pruebas y proyectos piloto» antes que una implantación rápida y total. Es un futuro que suena temeroso.

Tomado de https://www.abc.es