Huele a Peligro

El Día de la Independencia nos presentó la dura cara del fraccionamiento que vive la sociedad dominicana. Las elecciones han sido el detonante. La clase media y alta ha tomado su plaza, y los políticos tratan de recuperar la confianza del electorado.

El discurso presidencial plantea el problema electoral y deja las investigaciones en manos de la OEA. Los parlamentarios oposicionistas se ausentan y la Junta Central Electoral mete los scanner de nuevo en la palestra.

Los dominicanos entramos de lleno en una profunda crisis política. La versión local de la Primavera Árabe pone el futuro nacional en manos de lo que decida la OEA. La pasada suspensión de las elecciones municipales nos empuja al precipicio.

Con los jóvenes y sus celulares comenzó la Primavera Árabe en el 2010. Se está extendiendo el concepto por América Latina, y ahora le toca a República Dominicana. Los sin partido y adolescentes rebeldes sin causa, toman la lucha por la pulcritud electoral.

Lo común de Siria, Libia, Egipto y Tunez, es que masas juveniles movilizadas fuera de los partidos políticos tomaron las calles pidiendo libertades, elecciones y pulcritud. Las protestas juveniles se unieron a otros disidentes y lograron cambios.

Lo trágico es con un resuelto apoyo de los norteamericanos se llevaron a los gobiernos cuestionados, pero en Siria llegó una guerra civil; Libia está ahora gobernada por líderes regionales; Egipto por una dictadura militar al igual que Túnez. Todo terminó en guerra civil y dictaduras militares.

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La calle sin cabeza orientadora, sin estrategias, sin búsqueda de unidad, hace recordar a Maximilien Robespierre cuando en 1794 camino de la guillotina gritó: «La Revolución es como Saturno, devora a sus propios hijos».

Una masa amorfa que quiere sustituir a los partidos políticos huele a la disociación social. Hoy pienso que con el descredito creciente de los partidos y la calle en pie de agitación con olor a “Chanel” y “Polo”, se puede estar comenzando a transitar un terreno de ingobernabilidad.

Con tres elecciones pendientes estamos en la mayor crisis política de los últimos treinta años. Me deja sin solución a la vista. La única salida es celebrar los comicios municipales, congresuales y presidenciales en un marco democrático y de transparencia.

La crisis actual necesita un momento de reflexión, que puede ser el dialogo inmediato, y buscar una salida democrática y sin negociaciones interesadas. Mientras, voy a escuchar a Mirian Hernández, una de mis cantantes preferidas: la tengo en video con la canción “Huele a Peligro”. ¡Ay!, se me acabó la tinta.