Estos son los síntomas del sarcoma de Ewing
El sarcoma es un tipo de tumor raro, complejo y difícil de abordar. Se trata de un cáncer poco frecuente que puede tener más de 70 apellidos. Esto complica tanto el diagnóstico como la investigación para conseguir terapias eficaces. Puede debutar a cualquier edad, pero es sobre todo un cáncer que aparece en la infancia y primera juventud.
Alex Lequio, el hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio, fallecía este martes, 13 de mayo, tras dos años de lucha contra un cáncer que podría ser un sarcoma de Ewing, un tipo de tumor raro que se forma en los huesos o en los tejidos blandos de alrededor. Afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes. De hecho, en niños y adolescentes es el segundo sarcoma óseo en frecuencia, tras el osteosarcoma. Se estima una incidencia anual del 2,93 casos/1.000.000 habitantes, según la Asociación Española contra el Cáncer ( AECC).
Los síntomas más comunes incluyen dolor en la zona afectada (suele ser el síntoma más frecuente), fractura patológica (fractura con un traumatismo que, en condiciones normales no hubiera supuesto la rotura del hueso), tumoración o sensación de bulto, fiebre, cansancio o pérdida de peso. Precisamente tanto Álex como su madre habían contado públicamente que la primera señal que alertó al joven de que algo no iba bien fue un fuerte dolor de espalda nocturno que no consiguió mitigar durante seis horas.
El sarcoma de Ewing puede aparecer en los huesos de las piernas, los brazos, los pies, las manos, la pared torácica, la pelvis, la columna vertebral o el cráneo. Desde la Sociedad Española de Oncología Médica ( SEOM) advierten de que el diagnóstico anatomo-patológico de estos tumores es bastante complejo, porque el patólogo tiene que distinguirlos de otras entidades parecidas que se parecen entre sí, y que tienen a veces tratamiento muy distinto. «Por eso casi siempre se tienen que ayudar de estudios moleculares específicos. Este es otro gran motivo por el cual es muy importante que el diagnóstico se haga en un centro de gran volumen, con patólogos expertos en sarcomas», explica la SEOM.
A la hora de realizar un pronóstico, es clave saber si hay o no metástasis, ya que en este segundo caso el pronóstico es peor. La mayoría de las metástasis ocurren en el pulmón o en los huesos y dentro de éstos, el sarcoma de Ewing tiene especial predilección por los de la columna. Los expertos señalan además que los pacientes que sólo tienen metástasis pulmonares evolucionan mejor que los que tienen metástasis óseas o en ambos órganos.
Desde la AECC señalan que la supervivencia del sarcoma de Ewing ha ido en aumento en los últimos años, gracias al progreso de los tratamientos que combinan quimioterapia, cirugía y radioterapia. De esta forma se ha pasado de una supervivencia a los 5 años del 44% al 68% (localizados) y a los 10 años del 39% al 63%. También se ha observado una mejoría en los casos metastásicos, aunque desde la SEOM señalan que las cifras de supervivencia para los pacientes con metástasis solo en los pulmones es del 30% y del 10% para los que tienen afectación ósea o de la médula ósea.
Tomado de https://www.abc.es