Así se contagia la tularemia, la enfermedad que pasa de los roedores a los humanos
Un total de 50 personas en Palencia han contraído tularemia, una enfermedad bacteriana asociada a la plaga de topillos, mientras se estudian otros 37 casos posibles. La tularemia es una infección bacteriana en roedores salvajes (liebres, conejos, ratas, ratones de campo, topillos), causada por la bacteria Francisella tularensis, que puede transmitirse a los humanos por varias vías:
-La picadura de una garrapata, un tábano o mosquito.
-La inhalación de material vegetal o tierra infectada.
-El contacto directo, a través de una herida en la piel, con un animal infectado o su cadáver (con mayor frecuencia un conejo, una rata almizclera, un castor o una ardilla).
-La ingestión de carne infectada.
Los síntomas aparecen de 3 a 5 días después de la exposición a la bacteria. Suele aparecer de manera repentina y puede prolongarse durante varias semanas después del inicio de los síntomas. Entre las señales de alarma de la tularemia se encuentran la fiebre, escalofríos, sudoración, irritación de los ojos (conjuntivitis, si la infección comienza en el ojo), dolor de cabeza, rigidez articular, dolores musculares, mancha roja en la piel que crece hasta formar una llaga, dificultad respiratoria y pérdida de peso.
El tratamiento de esta enfermedad consiste en la administración de antibióticos. El pronóstico es bueno ya que la tularemia es mortal en menos del 1% de los casos que reciben tratamiento.
Entre las medidas para prevenir el contagio de la tularemia se recomienda:
-Evitar el contacto con animales muertos, enfermos o con comportamientos no naturales.
-Evitar la ingestión de agua no controlada sanitariamente.
-Utilizar ropas protectoras y productos repelentes para evitar la picadura de insectos y garrapatas. Si se observa una garrapata fijada, acuda lo antes posible a un centro sanitario.
-Utilizar guantes y mascarillas cuando se capturen, manipulen o retiren estos animales.
-No permita que los niños toquen animales muertos.
-La carne de los animales silvestres ha de consumirse perfectamente cocinada. La congelación no inactiva el agente responsable de la tularemia.
-Si se observa la presencia de animales muertos, con lesiones o con comportamientos no naturales, se comunicará dicha circunstancia a los responsables de caza y sanidad animal.
-En caso de aparición de síntomas sospechosos de la enfermedad (fiebre, hinchazón de ganglios, úlceras cutáneas, etc.) deben ponerse en contacto con el médico.
Tomado de https://www.abc.es