Aspirantes con poca trayectoria se cuelan en política
Mientras la partidocracia tradicional se debate entre el afán de perpetuarse en el poder, o alcanzarlo con la sospecha de ser más de lo mismo, el escenario pre-electoral del 2020 está salpicado con la incursión de tres figuras cuyo ascenso al poder parecería absolutamente inverosímil.
Se trata de Ramfis Domínguez Trujillo, Karim Abu Naba’a y Alfonso Rodríguez, quienes no tienen trayectoria política pero cuentan con plataformas mediáticas que los colocan en los espacios más recónditos de la telaraña digital.
Sus partidos forman parte del club de los llamados minoritarios y, pese a eso, son mencionados espontáneamente por los encuestados para los sondeos de preferencia electoral.
Aunque no cuentan con la maquinaria electorera para llegar a una masa de votantes que se mueve por las dádivas, las extrañas señales que se dan en la región con la incursión de advenedizos que alcanzan la Presidencia, como Jair Bolsonaro, en Brasil, hace que algunos piensen que pueden tener un chance.
Domínguez Trujillo, nieto del dictador Rafael Leonidas Trujillo, que se ampara en la plataforma del Partido Demócrata Institucional (PDI), se erige como un defensor de la soberanía y como un enemigo de la corrupción. Detrás de su siempre sonriente cara está la mancha de la más atroz de las dictaduras del siglo XX.
Karim, que aspiró a alcalde del Distrito Nacional en 2016, es hijo de un millonario empresario árabe, Mustafá Abu Naba ’a, y sus excentricidades llegan hasta prometer que convertirá a Santo Domingo en la Dubai del Caribe. Su eslogan es “Mejor un loco que un ladrón”. Lo apoya el Partido Verde Dominicano.
Rodríguez, cineasta de profesión y con un discurso de enfrentar los problemas con mano dura desde la aplicación de la ley, creó un movimiento denominado Revolución Democrática.