Aumentan a 359 los muertos en Sri Lanka, donde las autoridades advierten de más posibles atentados
El Gobierno de Sri Lanka ha declarado la máxima alerta y prometido indemnizaciones de 100.000 rupias (510 euros) euros para enterrar a los asesinados en los atentados del Domingo de Resurrección en iglesias y hoteles de lujo, cuyo número subió este miércoles a los 359. Pero todavía no ha aclarado el inexplicable fallo de seguridad que llevó a ignorar las repetidas alertas terroristas que los servicios secretos de la India venían pasando a su Policía desde principios de este mes. Así lo ha admitido el propio primer ministro, Ranil Wickremesinghe, quien ha reconocido que ni él ni los miembros de su Gobiernos fueron advertidos de dichas alertas por las Fuerzas de Seguridad, que dependen de la Presidencia.
Al parecer, tan escandalosa falta de comunicación se debe a la enemistad entre el presidente, Maithripala Sirisena, y el primer ministro, a quien destituyó en octubre provocando una grave crisis institucional. Finalmente, Sirisena tuvo que admitirlo de nuevo por orden del Tribunal Supremo, lo que empeoró aún más sus malas relaciones. Desde entonces, el primer ministro no ha asistido a los consejos de seguridad que dirige el presidente.
Aunque ambos han prometido esclarecer lo sucedido, este fallo ha indignado a los familiares de las víctimas, que no entienden por qué el Gobierno no tomó las precauciones oportunas si sabía que había iglesias amenazadas. A tenor de la agencia Reuters, que cita tres fuentes con conocimiento directo, la Policía de Sri Lanka fue avisada varias horas antes del ataque de que el riesgo era inminente, pero no se hizo nada por impedirlo.
«Si ha habido un fallo, es algo muy serio y hay que investigar lo que ha ocurrido», declaraba este martes a ABC el obispo auxiliar de Colombo, Anthony Jayakody, durante los primeros funerales de las víctimas en la iglesia de San Sebastián. Haciéndose eco de la homilía del cardenal Malcom Ranjith, llamó a la calma a la comunidad católica para evitar venganzas que prendan la llama de una guerra religiosa. «Aunque hay pequeños grupos radicales que quieren generar tensión, queremos paz y estabilidad», señaló monseñor Jayakody. Tras recordar que «estamos acostumbrados a estos ataques por la guerra contra los Tigres Tamiles», aseguró que «no nos dejaremos intimidar y saldremos adelante porque somos fuertes en nuestra fe».
Suben los muertos
Fuentes oficiales revelaron este miércoles sus sospechas de que puedan cometerse «nuevos ataques» en la isla. «Puede haber más ataques. Tenemos que estar atentos en este momento, tendremos la situación bajo control en los próximos días», dijo el viceministro de Defensa de Sri Lanka, Ruwan Wijewardene, en una rueda de prensa con periodistas extranjeros.
De acuerdo al portavoz, las informaciones apuntan a que los ataques del pasado domingo fueron cometidos por al menos nueve suicidas que se inmolaron con explosivos matando a centenares.
«Varios de ellos han estudiado en otros países, con grados universitarios y de posgrado que indicaban que esta era gente bien formada», dijo el viceministro que, aunque no precisó la nacionalidad de todos los implicados, adelantó que uno de ellos cursó estudios en el Reino Unido y Australia. «Estamos buscando conexiones con todos los países vecinos», dijo.
Tomado de https://www.abc.es