Austria adelanta las elecciones tras romperse la coalición de Gobierno por el «Ibizagate»
«Ya es más que suficiente», ha dicho este sábado el canciller de Austria, Sebastian Kurz, al anunciar la ruptura de la coalición que gobierna Austria tras las elecciones de 2017, formada por el partido conservador ÖVP y el de extrema derecha FPÖ, cuyo líder y vicecanciller austriaco, Christian Strache, había dimitido unas horas antes. «He propuesto al presidente de la república convocar elecciones anticipadas lo más pronto posible», dijo Kurz en una improvisada rueda de prensa, desenlace del escándalo causado por un vídeo en el que Strache acepta cometer actos de corrupción. «Es justo y necesario», añadió Kurz, «el FPÖ daña la imagen de nuestro país y creo que en este momento no es posible formar gobierno con ningún otro partido».
El Gobierno de Austria saltaba ayer por los aires después de que dos medios progresistas alemanes publicasen en sus páginas web un vídeo tomado por una cámara oculta en un chalet de Ibiza en julio de 2017. Se trataba de una trampa. Una actriz se había hecho pasar por familiar de un oligarca ruso y en una distendida reunión en la que se bebía abundante alcohol, Strache y Johann Gudenus, otro destacado miembro del FPÖ, aceptan sin pudor alguno conceder contratos públicos y favores institucionales a las supuestas empresas rusas a cambio de millonarias sumas de dinero destinadas a engrasar su campaña electoral. Strache diserta acerca de cómo se puede invertir dinero en Austria que revierta en el partido de extrema derecha, lo que sería una financiación indirecta. Concretamente propone que los inversores rusos compren una participación suficiente para controlar el periódico de mayor tirada del país, el Kronen Zeitung. En el vídeo se oye a Strache sugerir que, bajo un nuevo liderazgo, el Kronen podría ayudar al FPÖ en su campaña electoral. También queda registrado cómo rechaza que se puedan dar resistencias en el seno de la redacción del Kronen Zeitung porque «los periodistas son los mayores prostituidos del planeta», afirma. Y en otro pasaje del vídeo sugiere a la mujer que podría tener acceso a contratos públicos. «Tendrá todos los contratos públicos obtenidos actualmente por Strabag», dice Strache, en referencia a un grupo austríaco de construcción clave en el sector.
En una primera reacción a la publicación de las imágenes, Strache admitía que la reunión tuvo lugar, pero negaba haber cometido delito alguno, justificando lo dicho en aquel encuentro por el hecho de que «se consumió mucho alcohol a lo largo de la noche» y que existió una «gran barrera lingüística» durante la conversación. Pero esa posición aguantó solamente unas horas y Strache presentó la dimisión de todos sus cargos en el gobierno y en partido .
«No voy a disculparme con nadie que me haya desacreditado por mis declaraciones irreflexivas», dijo en una breve comparecencia, en la que atribuyó todo lo que dijo a «una postura típicamente masculina y alcohólica con la que yo, sí, probablemente quería impresionar a la atractiva anfitriona». «Me comporté con orgullo adolescente y actué de manera vergonzosa y exagerada. Y así es como he lastimado a la persona más importante en mi vida, mi esposa, ante la que sí me disculpo de todo corazón”, reconoció, «querida Philippa, sé que me estás mirando y puedo entender que estás herida y decepcionada y espero que puedas perdonarme, porque lo siento mucho».
Strache relató cómo fue organizada aquella reunión, a la que una supuesta ciudadana letona que quería mudarse a Viena con su hija y que durante meses había estado acercándose progresivamente a Johann Gudenus los invitó junto a una amiga alemana. «Usando medios ilegales que involucran el uso indebido de dispositivos de video e intercepción, se nos dirigió a Gudenus y a mí a delitos o para inducir declaraciones que podrían ser de interés criminal», dijo sobre una reunión que comenzó a las 17:00 horas y terminó pasada la media noche.
Strache subrayó cuanto pudo que «no hubo por mi parte actos ilegales» y criticó la «sensación falsa» que crean los extractos de una reunión tan larga. «Y sí, mis comentarios fueron soberanamente catastróficos y extremadamente embarazosos», reconoció.
El FPÖ trató de mantener viva la coalición de gobierno proponiendo a Kurz que aceptase como sustituto de Strache al ministro de Transporte, Norbert Hofer, pero el canciller se negó. La oposición exigió la salida también del controvertido ministro del Interior, Herbert Kickl, un político del ala dura del FPÖ y considerado por muchos el principal ideólogo de la formación.
El presidente de Austria, Alexander van der Welle, que aceptó anoche la propuesta de las elecciones anticipadas, consideró en relación con las secuencias de video que ofrecían una «imagen moral perturbadora» y agregó: «Estas son imágenes vergonzosas y nadie debería tener que avergonzarse de Austria. Me gustaría decir esto muy claramente: nosotros no somos así».
Después de que los dos medios alemanes Süddeutsche Zeitung y Der Spiegel hiciesen público el vídeo de la polémica, muchos en Berlín recordaron un misterioso gag del humorista también alemán Jan Böhmermann, que el pasado mes de abril hizo un chiste sobre una «villa de la oligarquía rusa en Ibiza» que entonces nadie entendió. Concretamente se disculpaba por no asistir a una entrega de premios porque «anoche bebí hasta las trancas con algunos amigos de negocios de FPÖ en una villa de oligarcas rusos en Ibiza».
Tomado de https://www.abc.es