Bolsonaro muestra públicamente su apoyo a Moro

El presidente brasileño aparece junto a su ministro de Justicia en un acto oficial. Hasta la tarde de este martes no se había pronunciado sobre las acusaciones de falta de imparcialidad del exjuez del ‘caso Lava Jato’

Respaldo público del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a su ministro de Justicia, Sérgio Moro, salpicado por la publicación de una serie de conversaciones que pone en jaque la imparcialidad de procesos judiciales bajo su batuta cuando era juez. El mandatario apareció en Brasilia junto a Moro en un acto de la Marina, tratando así de esquivar las especulaciones de que abandonaría a uno de los rostros más conocidos de su Gobierno en medio del escándalo que lo involucra. Bolsonaro y Moro llegaron en lancha a un evento oficial en el que el presidente concedió una medalla al Mérito Naval al titular de Justicia después de no haberse pronunciado tras las revelaciones de The Intercept. Antes de salir juntos, ambos se reunieron a puerta cerrada, según el diario Valor.

La publicación digital reveló el intercambio de mensajes entre el exjuez Sérgio Moro y el coordinador de la operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, en momentos previos a las denuncias que se hicieron contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores, PT). Sin que todavía se sepa el tamaño de la tormenta que viene por las nuevas revelaciones prometidas por la publicación digital —que asegura haber publicado apenas el 1% del contenido que recibió de archivos de conversaciones entre los fiscales del caso Lava Jato—, Brasil sigue atento a señales que permitan medir el apoyo al exjuez que lideró la lucha anticorrupción en los últimos tiempos.

Este martes también vio la luz un llamativo texto publicado en la Agencia Brasil -la agencia de noticias oficial de Gobierno- con la opinión sobre Moro de un ministro de la Corte Suprema, Marco Aurelio de Mello. Según Mello, el ministro de Justicia está en una situación de debilidad después de los reportajes de The Intercept, que deberían comprometer su posible nombramiento como titular de la Corte, ya anunciada por Bolsonaro. Uno de los ministros del Supremo de Brasil, Celso de Mello, se jubila en noviembre del próximo año y el mandatario brasileño ya había indicado que Moro sería el elegido.

El periodista estadounidense Glenn Greenwald, responsable de The Intercept, ha dejado caer que una de las partes aún no publicadas de los mensajes de Moro tratan de la invitación que el exjuez recibió en vísperas de la segunda vuelta de la elección del presidente ultraderechista para ser ministro. Bolsonaro había afirmado que el entonces magistrado condicionó la invitación a Moro para ser ministro de Justicia a su nombramiento futuro como magistrado de la Corte en 2020. Moro negó esa información, algo que Intercept puede confrontar en los próximos días con nuevas filtraciones de mensajes.

Moro está en el ojo del huracán. Antaño héroe, que atacaba a los poderosos señalados por corrupción, ahora siente el regusto amargo de estar en el blanco de las acusaciones y de haber perdido el apoyo incondicional de sus hasta ahora aliados. El diario O Estado de S. Paulo, por ejemplo, que siempre demostró simpatía por Moro y apoyó abiertamente la Operación Lava Jato mientras mostraba antipatía por Lula, publicó este martes un editorial rebosante de críticas sobre el actual ministro de Justicia, sugiriendo incluso que debería dejar el cargo. “Haría bien el ministro y los fiscales involucrados en el escándalo que, el primero renunciara, y los otros se alejaran de la fuerza tarea [la unidad de trabajo de la Lava Jato] hasta que todo se dilucidara”, reza el texto publicado bajo el título Mucho por aclarar. En la próxima semana, el ministro podrá dar su versión de los hechos en una audiencia en el Congreso, marcada para el día 19. Hasta ese momento, Brasil aguanta la respiración mientras espera nuevas revelaciones de los mensajes filtrados.

Los juicios de Lula se mueven

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se mostró impactado con las informaciones reveladas en el diario The Intercept Brasil que, a priori, podrían beneficiarle. Según sus abogados, el expresidente se sorprendió por la velocidad con la que «la verdad» ha empezado a salir a la luz. “La verdad se enferma, pero no muere nunca”, afirmó Lula, de acuerdo con las declaraciones de su abogado, José Roberto Batochio, que se reunió con él este martes por la mañana en Curitiba.

“El expresidente se mostró sorprendido por la connivencia que se ve [en las conversaciones reveladas por The Intercept] entre el que acusa y el que juzga”, completó Batochio. La defensa de Lula argumenta que con los nuevos hechos conocidos desde el domingo, que sugieren que Moro ayudaba a la acusación antes de juzgar el proceso del expresidente, hay elementos para pedir la anulación del proceso que llevó al exmandatario a la cárcel hace un año.

La Corte Suprema de Brasil ya se mueve conforme a los nuevos vientos que soplan con los reportajes publicados por The Intercept . El lunes por la noche uno de los ministros puso en la orden del día del órgano el análisis de al menos tres recursos relacionados con el caso del expresidente Lula. Uno de ellos se refiere a la petición de la defensa del político del PT para que se considerara al exjuez Moro inhabilitado para juzgar su proceso. El juicio está fijado para finales de mes. También formó parte de las prioridades de la Corte una petición de habeas corpus para Lula y una petición de libertad para todos los presos que no han agotado sus recursos de defensa.

La investigación periodística, en base a los archivos obtenidos por el diario con una fuente anónima, también ha despertado el debate sobre si sus informaciones valen como prueba contra el juez Sérgio Moro y los fiscales de la operación Lava Jato. El ministro de la Corte Gilmar Mendes es uno de los que entiende que valen como prueba. “Si mañana [una persona] que haya sido condenada por asesinato, se descubre por una prueba ilegal que ella no es autora del crimen, esa prueba es válida”, afirmó Mendes al diario Folha de S. Paulo. Los fiscales alegan que fueron víctimas de ataques cibernéticos, al menos desde, abril. La Policía Federal ya investiga el caso.

Tomado de https://www.elpais.com