El entrenamiento del cerebro que ayuda a desengancharse del azúcar para adelgazar
Una ingesta excesiva de azúcares libres (monosacáridos y disacáridos añadidos a los alimentos y bebidas por fabricantes, cocineros o consumidores y los azúcares naturalmente presentes en la miel, jarabes, zumos de frutas y concentrados de zumos de frutas), aportan a la dieta una cantidad excesiva de calorías, con escaso valor nutricional, que contribuyen al sobrepeso.
La OMS dice que el azúcar debe aportar menos del 10% de las calorías diarias tanto en niños como en adultos, aunque lo ideal para la agencia de salud de la ONU es que no se sobrepase el 5%. En nuestro día a día esto se traduce de la siguiente manera: Si una dieta normal supone una ingesta media de 2.000 calorías, como mucho 100 calorías (25 gramos) deberían proceder de los azúcares añadidos.
Es importante seguir estas recomendaciones porque cuando nos pasamos con el azúcar añadido, el organismo acumula el exceso de calorías en forma de grasa visceral, que predispone a sufrir enfermedades metabólicas.
Se puede vivir sin tomar azúcares añadidos o reduciendo su ingesta, pero cuando el paladar se ha acostumbrado al dulce es difícil « desengancharse». Ahora, un estudio reciente, dirigido por el doctor Evan Forman, profesor de psicología en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Drexel, ha demostrado que se puede entrenar el cerebro, a través de un juego de ordenador, para comer menos azúcar, como forma de adelgazar y mejorar la salud.
«El azúcar añadido es uno de los mayores culpables del exceso de calorías y también está asociado con varios riesgos para la salud, incluido el cáncer. Eliminarlo de la dieta produce pérdida de peso y reduce el riesgo de enfermedad», asegura Forman, quien también dirige el Centro para el peso, la alimentación y la ciencia del estilo de vida ( Centro WELL) en Drexel.
Como parte de su estudio, publicado recientemente en «Journal of Behavioral Medicine», los investigadores desarrollaron y evaluaron un juego de «entrenamiento cerebral», dirigido a la parte del cerebro que inhibe los impulsos, con la esperanza de mejorar la dieta, disminuyendo el consumo de dulces.
«Los juegos de entrenamiento cognitivo o del cerebro se han utilizado para ayudar a las personas a reducir los hábitos poco saludables, como fumar», explica Forman, quien asegura que esta investigación es la primera en examinar el impacto de este tipo de «entrenamiento de control inhibitorio altamente personalizado» en la pérdida de peso, utilizando entrenamientos repetidos en el hogar.
El grupo de Forman creó un juego, llamado «Dieta DASH» basado en el entrenamiento cognitivo y trabajó con Michael Wagner, profesor y jefe del departamento de Medios Digitales de la Escuela de Artes y Diseño de Medios Westphal de Drexel, y un grupo de estudiantes de medios digitales para poder utilizarlo en el ordenador.
El juego personalizó automáticamente el entrenamiento en función de los dulces que cada participante solía comer y ajustó la dificultad según su capacidad para resistir la tentación.
Cotrolar los antojos
El ensayo, que fue financiado por el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU., eligió al azar a 109 participantes que tenían sobrepeso y comían dulces. Éstos asistieron a un taller antes de comenzar el juego para ayudarles a comprender por qué el azúcar es perjudicial para su salud y aprender qué alimentos deben evitarse y los métodos para hacerlo.
«El taller ayudó a darles a los participantes estrategias para seguir una dieta sin azúcar. Sin embargo, planteamos la hipótesis de que los participantes necesitarían una herramienta adicional para ayudar a controlar los antojos de dulces», señala Forman.
Los participantes jugaron primero en el ordenador durante unos minutos cada día durante seis semanas y, después, una vez por semana durante dos semanas.
El juego consiste en moverse lo más rápido posible en un supermercado con el objetivo de colocar los alimentos correctos (alimentos saludables) en el carrito de la compra, mientras se abstienen de elegir los alimentos incorrectos (su dulce preferido).
A más de la mitad de los participantes, que mostraron las mayores preferencias hacia los dulces, este juego les ayudó a perder hasta el 3,1% de su peso corporal durante ocho semanas. Los participantes también indicaron que encontraron el entrenamiento diario satisfactorio, que se convirtió en parte de su rutina diaria y que deseaban continuar con él si fuera posible.
«Los hallazgos del estudio apoyan el uso de un entrenamiento cognitivo computarizado para facilitar la pérdida de peso», concluye Forman.
Tomado de https://www.abc.es