El Gobierno de Gabón anuncia la detención de los militares golpistas
Los soldados responsables del aparente intento de golpe de Estado perpetrado este lunes en Gabón han sido arrestados, informó a Efe por teléfono el portavoz del Gobierno, Guy-Bertrand Mapangou, quien aseguró que «la situación está bajo control».
«La situación está bajo control y la normalidad será restaurada en un plazo de unas tres horas», afirmó Mapangou, después de que esta mañana varios militares tomaran la radio estatal y anunciaran el establecimiento de un «consejo nacional de restauración» con el fin de «salvar del caos» al país africano.
Según el portavoz del Gobierno, el motín encabezado por el teniente Kelly Ondo Obiang, quien se presentó como líder del Movimiento de la Juventud Patriótica de las Fuerzas de Defensa y Defensa de Gabón (MPJFDS), habría durado tan solo unas horas.
Los golpistas asaltaron la radio estatal de para anunciar el establecimiento de un «consejo nacional de la restauración» con el fin de «salvar del caos» al país africano, en un aparente intento de golpe de Estado.
«Es hora de tomar nuestro destino en nuestras manos, ha llegado la hora del día tan esperado. Ese día en que el Ejército decidió ponerse del lado de su pueblo para salvar a Gabón del caos».
Sin embargo, internet y las redes sociales todavía permanecen cortadas, según pudo constatar Efe en la capital gabonesa, Libreville. En las calles de la ciudad se escucharon disparos y se registró una presencia inusual de vehículos militares, según los medios locales.
La embajada española en el país ha recomendado a los residentes nacionales en el país, vía Twitter, evitar desplazamientos, permanecer en casa o en lugares seguros y estar atentos a futuras comunicaciones.
La ausencia del presidente Bongo por enfermedad La intentona golpista se produce una semana después de que el jefe de Estado, Ali Bongo Ondimba, pronunciara un discurso dirigido a la nación el pasado 31 de diciembre desde Rabat, donde se recupera de una enfermedad que le ha mantenido alejado de la Presidencia desde el pasado mes de octubre.
Ese discurso de Año Nuevo «reforzó las dudas» sobre la capacidad de Ali Bongo para continuar en el poder «al escenificar a un paciente sin muchas de sus facultades físicas y mentales», explicó el citado militar, que se presentó como comandante adjunto de la Guardia Republicana y presidente del Movimiento de la Juventud Patriótica de las Fuerzas de Defensa y Defensa de Gabón (MPJFDS).
Por ello, este grupo de soldados animó este lunes a los jóvenes gaboneses a unirse a la denominada «Operación Dignidad», y les pidió reunir armas y municiones, así como tomar por la fuerza los medios de transporte y aeropuertos para «salvar la democracia en peligro y preservar la integridad del territorio nacional».
Bongo fue ingresado en un hospital de Riad el pasado 24 de octubre por lo que la Presidencia de Gabón describió como «fatiga severa».
Sin embargo, la escasez de noticias oficiales su estado desencadenó especulaciones sobre su salud e incluso algunos medios de comunicación, como el canal privado de televisión camerunés Vision 4, llegaron a especular sobre su muerte. Otros medios aseguraron, citando fuentes oficiales, que Bongo sufrió una apoplejía.
A finales de noviembre, el presidente viajó a Marruecos, donde recibió el apoyo del rey Mohamed VI, para continuar en Rabat su proceso de recuperación. El silencio oficial y su prolongada ausencia del país africano animaron a la oposición a criticar con dureza el «vacío de poder» existente.
Por eso, el pasado 14 de noviembre el Tribunal Constitucional enmendó la Carta Magna con el fin de que el vicepresidente de Gabón, Pierre Claver Maganga Moussavou, pudiera presidir el gabinete de ministros en ausencia de Bongo.
Bongo, hijo y sucesor del anterior presidente
Hijo de Omar Bongo, presidente de la pequeña nación petrolera de la costa oeste de África Central durante más de cuatro décadas (1967-2009), Ali Bongo sucedió a su padre en 2009.
En 2016, fue reelegido en unos comicios muy ajustados, resultado que causó una revuelta social en la que murieron varias personas y unas mil fueron detenidas.
Su principal rival, Jean Ping, expresidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), le acusó de fraude, e incluso, la Unión Europa (UE) cuestionó la legitimidad del proceso electoral y denunció irregularidades.