El gobierno Lenín Moreno cede y terminan las protestas en Ecuador
El Gobierno del presidente Lenín Moreno y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), llegaron a un acuerdo mediante el cual se deroga el decreto 883, que eliminó el subsidio a los combustibles, que llevó a un paro nacional que ha convulsionado al Ecuador por once días.
Después de cinco horas de negociación, la noche del domingo, el coordinador de las Naciones Unidas en Ecuador, Arnaud Peral, anunció que “como resultado del diálogo se establece un nuevo decreto que deja sin efecto el 883, para lo cual se instala una comisión que elaborará el nuevo decreto”. El acuerdo también incluye el fin de las movilizaciones y las medidas de hecho en todo el país por parte de los movimientos indígenas.
“Es momento de deponer acciones; de ceder para ganar”, dijo el secretario particular de la Presidencia, Juan Sebastián Roldán, al tiempo de anunciar que de inmediato se redactará el nuevo decreto que sustituirá al 883 que generó el conflicto.
El anuncio del acuerdo entre las partes en conflicto provocó reacciones contrapuestas: los indígenas festejaron con cánticos y consignas; los representantes de las Cámaras de la Producción y analistas, lamentaron por los efectos que tendrá en la economía. En lo que todos coincidieron es que con el acuerdo que pone fin a las movilizaciones, la paz retornará al país que ha vivido once días de incertidumbre en medio de un caos generalizado.
“Se recobra la paz y se detiene el golpe correísta y la impunidad”, escribió el presidente Moreno, en su Twitter, en alusión a las denuncias de que detrás de los saqueos y los actos vandálicos en varias puntos del país y, en especial en Quito, estaba la mano del expresidente Rafael Correa y de Nicolás Maduro. Ayer, al abrir el diálogo, nuevamente Moreno excluyó al movimiento indígena de la violencia extrema de los últimos días.
Para los dirigentes empresariales que aplaudieron la eliminación de los subsidios, calificando la decisión de “valiente”, hoy miran con decepción la derogatoria de la medida. “Esto no es un acuerdo, es un chantaje”, escribió en Twitter el presidente del Comité Empresarial del Ecuador, Patricio Alarcón. Dijo también que “Ecuador paga un alto costo por la paz”. Mientras que el reconocido analista Alberto Acosta Burneo dijo que “el desequilibrio fiscal es una bomba de tiempo activada” y que si no hacemos algo rápido, lo vamos a lamentar.
Para la población en general, el que se termine con el factor que motivó la convulsión es positivo. Aunque nada todavía está claro respecto del costo recién aumentado de los combustibles, que la paz regrese al país es recibido con esperanza.
Tomado de https://www.abc.es