El Reino Unido impone desde hoy una cuarentena de 14 días a los viajeros que entren al país
A partir de este lunes, todas las personas que entren en el Reino Unido tendrán que pasar una cuarentena obligatoria de 14 días, como parte de las medidas del Gobierno para mitigar la propagación del coronavirus ahora que el pico de la epidemia ha pasado y que el número de personas fallecidas diarias es el menor desde que empezó el confinamiento.
Todas las personas que lleguen por tren, avión o ferry están obligadas a dar la dirección exacta del lugar donde se autoaislarán y quienes rompan la cuarentena se enfrentan a multas de hasta 1.000 libras (unos 1.100 euros) en Inglaterra e Irlanda del Norte, y de 480 libras (540 euros) en Escocia, donde la penalización para los reincidentes es de hasta 5.000 libras (5.600 euros).
Aunque hace unas semanas el Ejecutivo de Boris Johnson y el Gobierno francés anunciaron un acuerdo para eximir de la cuarentena a los viajeros provenientes de sus respectivos países, finalmente no entrará en vigor. La única excepción que hará el Reino Unido será a los provenientes de Irlanda.
Además, las nuevas reglas indican que quienes entren no deben usar taxis ni transporte público y deben conducir su propio automóvil hasta su destino. Además, no deben acudir a ningún lugar público, ni siquiera al trabajo, ni recibir visitas. La norma contempla excepciones para algunos trabajadores del transporte, empleados del Gobierno, diplomáticos y personal médico y sanitario.
Críticas al Gobierno
La nueva medida, que el Gobierno defiende que tiene como objetivo evitar una segunda oleada de contagios por Covid-19, ha sido muy criticada por las aerolíneas y las empresas turísticas, que aseguran que terminarán de hundir al sector, muy afectado por la crisis sanitaria que se ha convertido en una grave crisis económica.
La ministra del Interior, Priti Patel, respondió a las críticas diciendo que la medida es necesaria y que además está poniéndose en marcha en «el momento adecuado». Pero las aerolíneas EasyJet, Ryanair y British Airways han emprendido una batalla legal contra el Gobierno en un intento por anular la nueva norma. En contra está también el Partido Laborista y muchos diputados del partido Conservador.
Pese a las multas y a las amenazas de que funcionarios del Gobierno podrían comprobar el cumplimiento del aislamiento, un documento filtrado del Ministerio del Interior al que tuvo acceso «The Daily Telegraph» señala que no hay «ningún método» que permita comprobar que la información que den los viajeros es real, ni capacidad para vigilar que cada persona que entra cumpla con la ley. Esta nueva regulación debe revisarse cada tres semanas, así que la primera tendrá lugar antes del 29 de junio.
Tomado de https://www.abc.es