La comida no engorda igual a todo el mundo (ni siquiera a los gemelos)
Los gemelos son auténticos clones de la Naturaleza. Cuando nacen y en los primeros años de vida son como dos gotas de agua que, con dificultad, los padres son capaces de distinguir. Al crecer, los matices diferenciadores se acentúan y en la edad adulta casi cuesta creer que compartieron alguna vez el mismo saco vitelino. El paso del tiempo marca diferencias externas, aunque quizá menos aún que las internas.
Un nuevo estudio del King´s College de Londres muestra, por ejemplo, cómo los gemelos responden de forma muy diferente a la misma comida. Cómo las mismas patatas fritas o el trozo de chocolate pueden tener una respuesta metabólica saludable en uno y, sin embargo, no ser tolerable en el otro hermano.
Los investigadores encontraron que mientras algunos participantes experimentaron un aumento rápido y prolongado del azúcar en sangre y la insulina al tomar un pastel rico en grasas y carbohidratos, otros respondieron a la misma comida con un incremento de la grasa circulante.
La primera respuesta obedecía a un patrón asociado a un mayor riesgo de engordar y padecer diabetes y el segundo a tener más probabilidades de sufrir problemas cardiovasculares.
El objetivo de esta investigación va mucho más allá de mostrar las diferencias entre organismos genéticamente idénticos. Muestra cómo cada persona es única en la respuesta a la comida, lo que explicaría por qué las recomendaciones nutricionales con las que nos agotan los médicos no siempre funcionan. No habría, por tanto, una dieta saludable para todos. La explicación podría estar en nuestra flora intestinal, ese conjunto de microorganismos que pueblan el intestino y al que se le da cada vez más protagonismo. Y, mientras, quédese con los consejos de toda la vida.
Tomado de https://www.abc.es