La delincuencia
Por Manuel Hernández Villeta
La delincuencia tiene que ser enfrentada con puño de hierro. La ola de robos, atracos y violaciones no puede ser detenida con poesías. Tiene que haber un accionar fuerte, vertical de las autoridades. Desgraciadamente, la respuesta a la delincuencia tiene que ser de acuerdo al daño que ocasiona.
El país no puede estar bajo el manto de la violencia; La sangre y la muerte llegan por doquier. Las cárceles están llenas de los violadores a la tranquilidad, al patrimonio y a la vida de los ciudadanos-. Los derechos humanos defienden al indefenso, pero en ocasiones se les va la mano y se inclina mucho hacia el delincuente.
Pero sin ánimo de molestar a nadie, hay que defender la integridad física de cualquier ciudadano, y no se le puede molestar o quitar sus derechos, por simple sospechosas, o acusaciones hechas por partes interesadas.
Solo un juez en un juicio oral, público y contradictorio está en capacidad de condenar o poner en libertad al implicado en un hecho de sangre. En el intercambio de disparos hay la idea de que cometi