La razón por la que dormir mal puede aumentar el riesgo cardíaco en las mujeres
Las mujeres que duermen mal tienden a comer en exceso y a consumir una dieta de peor calidad, según un estudio realizado en cerca de 500 mujeres que se publica hoy en «Journal of the American Heart Association». Los hallazgos proporcionan una nueva visión de cómo la mala calidad del sueño puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y obesidad y apunta a posibles intervenciones para mejorar la salud cardíaca de las mujeres.
Estudios anteriores ya han demostrado que las personas que duermen menos tienen más probabilidades de desarrollar obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas, y que la relación puede explicarse, en gran medida, por la dieta. Sin embargo, estos estudios se han centrado especialmente en alimentos o nutrientes específicos (pescado, dulces o grasas saturadas) o solo midieron la duración del sueño, no la calidad del sueño.
El nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia (EE.UU.) fue diseñado para obtener una visión más completa de esta asociación en las mujeres ya que examinó la relación entre la calidad general de la dieta y los múltiples aspectos de la calidad del sueño.
«Las mujeres son más propensas a los trastornos del sueño a lo largo de su vida por razones diversas: responsabilidades de cuidar a los niños y la familia, menopausia, etc.», señala Brooke Aggarwal, autora principal del estudio.
«Pensamos que las mujeres con un sueño de baja calidad podrían estar comiendo en exceso durante las comidas y elegir alimentos menos saludables»
El equipo analizó los hábitos de sueño y alimentación de un grupo étnicamente diverso de 495 mujeres, de entre 20 y 76 años: la calidad del sueño, el tiempo que tardó en quedarse dormido y el insomnio. Las participantes también informaron sobre el tipo y cantidad de alimento que consumían habitualmente, lo que permitió a los investigadores medir sus patrones dietéticos típicos.
Tal y como se esperaba, el estudio encontró que las mujeres que tenía una peor calidad general del sueño consumieron más de los azúcares añadidos asociados con la obesidad y la diabetes.
Asimismo, las que tardaron más en quedarse dormidas presentaban una mayor ingesta calórica. Y, además, aquellas con síntomas de insomnio más graves consumieron menos grasas insaturadas que las mujeres con insomnio más leve.
«Pensamos que las mujeres con un sueño de baja calidad podrían estar comiendo en exceso durante las comidas y elegir alimentos menos saludables», dice Aggarwal.
Pero la cuestión es: ¿cómo puede contribuir la falta de sueño a una mala alimentación?
«La mala calidad del sueño puede conducir a una ingesta excesiva de alimentos y calorías al estimular las señales de hambre o suprimir las de saciedad -explica Faris Zuraikat, autor principal del estudio-. La sensación de estar saciado se ve afectada, en gran medida, por el peso o el volumen de los alimentos consumidos, y podría ser que las mujeres con insomnio ingieran una mayor cantidad de alimentos en un esfuerzo por sentirse saciadas».
La sensación de estar saciado se ve afectada, en gran medida, por el peso o el volumen de los alimentos consumidos, y podría ser que las mujeres con insomnio ingieran una mayor cantidad de alimentos en un esfuerzo por sentirse saciadas
«Sin embargo, también es posible que una dieta pobre tenga un impacto negativo en la calidad del sueño de las mujeres -agrega Zuraikat-. Comer más también podría causar molestias gastrointestinales, por ejemplo, haciendo que sea más difícil conciliar el sueño o permanecer dormido».
En cualquier caso, concluye Aggarwal, «dado que una dieta pobre y comer en exceso puede conducir a la obesidad, un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca, los estudios futuros deberían evaluar si las terapias que mejoran la calidad del sueño pueden promover la salud cardiovascular en las mujeres».
Tomado de https://www.abc.es/