Los demócratas recuperan la Cámara de Representantes, pero Trump conserva el Senado
Las elecciones parciales celebradas ayer en Estados Unidos han dejado como resultado un Capitolio dividido, sin grandes mayorías para ninguno de los dos partidos. Los demócratas se hicieron con una cantidad suficiente de escaños como para controlar la Cámara de Representantes, desde la que podrán liderar ahora la oposición a Donald Trump y bloquear activamente sus medidas más controvertidas, como la construcción del muro con México. Los republicanos, por su parte, mantienen el control del Senado, y se ven obligados a negociar a partir de ahora todas las leyes que pretendan aprobar.
Tanto republicanos como demócratas defendieron durante la campaña electoral que las elecciones de ayer eran un plebiscito sobre el presidente. El resultado es que EE.UU. amanece este miércoles aún más dividido. El clima de tensión política que ha dominado el breve gobierno de Trump sólo va a aumentar a partir de ahora, tras una campaña en la que el presidente ha optado por avivar la confrontación. A sólo dos años de las elecciones presidenciales, los demócratas intentarán boicotear la agenda del presidente. Este, por su parte, comienza hoy su batalla por la reelección.
El resultado de estas elecciones parciales no es ninguna novedad: todos los presidentes desde Ronald Reagan han tenido que gobernar en algún momento con la Cámara en manos de la oposición, incluidos los últimos seis años de Barack Obama. Entre 2006 y 2010 la presidió la demócrata Nancy Pelosi, cuyo mayor logro fue aprobar la reforma sanitaria. Anoche compareció ante los medios, postulándose ya de nuevo como líder de la Cámara, tercera en la línea de sucesión del presidente, sin esperar siquiera a que se contaran los votos de su distrito, el de San Francisco, en California.
«Vamos a hacer que Washington vuelva a funcionar, vamos a tomar medidas legislativas importantes», dijo Pelosi, quien detalló todo un programa de gobierno: «bajaremos el precio de las medicinas para los ancianos, mejoraremos las infraestructuras, crearemos empleo y abriremos más escuelas». Haciéndose eco de un lema de campaña del propio Trump, Pelosi, que no es ninguna recién llegada al Capitolio y ha ganado ya 18 elecciones, añadió: «Vamos a desecar el pantano de financiación opaca en que se ha convertido Washington».
En la Cámara, distritos que en 2016 votaron a Trump optaron ayer por diputados demócratas en estados cruciales como Virginia. Lograron arrebatarle escaños al Partido Republicano en todo el país, incluidos estados habitualmente conservadores como Kansas. Ganaron también en distritos en manos de los conservadores desde hace décadas, como el número 27 de Florida, que incluye una buena parte de Miami y que había dejado vacante la diputada Ileana Ros-Lehtinen. La sucederá, en un bastión de la disidencia cubana, Donna Shalala, que fue ministra con Bill Clinton.