Los inmigrantes logran desembarcar en Malta tras secuestrar el barco

Fuerzas especiales de Malta acabaron este jueves con el secuestro del petrolero El Hiblu 1 por inmigrantes rescatados en alta mar. Los efectivos malteses abordaron la nave, tomaron el control y la llevaron a puerto en la isla. Cuatro de los inmigrantes fueron detenidos, pero, por el momento, lograron su objetivo: no ser devueltos a Libia.

El barco mercante había rescatado 108 personas –77 hombres, 19 mujeres y 12 niños– frente a las costas de Libia, pero cuando se dieron cuenta de que eran conducidos hacia Trípoli, los inmigrantes secuestraron la embarcación y obligaron a su comandante a dirigirse a Malta. En diversas comunicaciones, la tripulación aseguró que se vio obligada con amenazas a cambiar la ruta, cuando se encontraba a seis millas de Libia, y poner rumbo a Malta. Al entrar en aguas territoriales maltesas, militares de este país abordaron la nave y tomaron el control, sin que los inmigrantes pusieran resistencia.

El objetivo de los inmigrantes era impedir que fueran devueltos a territorio libio, donde prácticamente vivían en condiciones infrahumanas. Es conocida la dramática situación que sufren en ese país los inmigrantes, sometidos a torturas, lo que ha sido denunciado en repetidas ocasiones por la ONU y organizaciones humanitarias.

El petrolero El Hiblu 1 fue escoltado por unidades especiales de la Marina de Malta hacia La Valeta. A las 8.30 de este jueves atracó en el muelle de Boiler Wharf, el mismo donde desembarcaron los inmigrantes de la nave «Aquarius» en septiembre del pasado año.
Salvini: «Son piratas»

Ante la eventualidad de que el petrolero, de propiedad turca con bandera de las islas de Palaos, en Oceanía, se hubiera dirigido a un puerto italiano, el ministro del Interior, Matteo Salvini, fue tajante: «No son náufragos, sino piratas. En Italia no entrarán jamás».

El primer ministro de la isla, Joseph Muscat, aseguró en Twitter: «No nos sustraemos a las responsabilidades, a pesar de nuestras dimensiones. Ahora seguiremos todas las reglas internacionales». Una hora después de atracar, comenzó el desembarco. Una de las doce mujeres llevaba un bebé de pocos meses. Cuatro inmigrantes descendieron maniatados con pulseras de plástico y fueron introducidos en un furgón policial. Con la investigación abierta, se les considera presuntos responsables del secuestro, una solución que, en todo caso, les parecerá mejor que retornar a Libia. De hecho, mientras desembarcaban se veían muestras de gran alegría y buena parte de ellos besaban el suelo, antes de ser trasladados a un centro de acogida.

Concluye así una operación que durante horas inquietó a las autoridades italianas y maltesas. El caso parece poner de manifiesto que está fuera de control la situación en el Mediterráneo, donde la Operación Sophia de lucha contra las redes de tráfico de personas se quedará sin barcos, según el acuerdo al que han llegado los Veintiocho.

La plataforma «Mediterranea», dedicada a denunciar la situación de los inmigrantes en este mar, publicó en Twitter: «Imagina que estás huyendo de un campo de concentración. Durante la fuga te capturan y te quieren devolver. ¿Te rebelarías contra eso? Lo mismo hicieron los “piratas” de El Hiblu 1 para salvarse a sí mismos y a sus hijos. Imagina, y luego juzga».

En los próximos días, con la llegada del buen tiempo, los traficantes podrían volver a colocar en el mar lanchas cargadas de inmigrantes. Este mismo jueves, una embarcación con unas 120 personas a bordo fue interceptada y llevada a Libia por una patrullera de ese país, mientras la nave humanitaria «Alan Kurdi», de la ONG alemana Sea Eye, informó de tres lanchas neumáticas interceptadas por los libios.

Tomado de https://www.abc.es