Los principales medios de Brasil dejan de cubrir a Bolsonaro ante los insultos de sus seguidores
Algunos de los principales medios de comunicación de Brasil no cubrirán más las entrevistas informales del presidente, Jair Bolsonaro, tras enfrentar agresiones diarias de bolsonaristas en las calles, sin recibir ningún tipo de respaldo ni protección de los agentes públicos. Los grupos Globo, Folha de São Paulo y Bandeirantes informaron su decisión después de que varios periodistas que cubren la rutina presidencial fueran insultados e incluso agredidos físicamente por los simpatizantes del mandatario.
Los bolsonaristas reproducen y respaldan, en general, las arengas del presidente, que ataca y critica casi diariamente a los principales medios del país y a la prensa en general. Los principales ataques han ocurrido en las áreas cercanas a los palacios, principalmente cuando el ultraderechista sale de la Alvorada, la residencia oficial, donde encuentra a sus simpatizantes y habla algunos minutos con la prensa, diariamente.
«Todos los días, nuestros periodistas sufren numerosos insultos y gritos de los partidarios del presidente, sin ninguna seguridad para ellos», declaró el vicepresidente del Grupo Globo, Paulo Tonet Camargo, en una carta enviada al general Augusto Heleno, ministro de Seguridad Nacional, donde informaba la decisión de la empresa.
El martes, el mismo grupo emitió una nota de repudio contra una campaña de intimidación al periodista William Bonner, el presentador del Jornal Nacional, el telenoticiero más famoso de Brasil. Según Globo, un estafador usó el registro fiscal del hijo de Bonner, inscribiéndolo en el programa de ayuda a los pobres durante la pandemia, para crear una noticia falsa. El periodista y su familia recibieron amenazas de un anónimo, vía WhatsApp, y el banco estatal Caixa, tuvo que suspender la operación, que había sido aprobada.
El diario Folha de São Paulo, a su vez, informó que la gota que colmó el vaso fueron la hostilidades que los periodistas sufrieron este lunes, cuando fueron insultados como «¡basura!» y «¡ratas!», entre otras agresiones y obscenidades. Los ataques ocurrieron en apoyo al saludo que Bolsonaro le acababa de dar los periodistas: «El día que estéis comprometidos con la verdad, hablaré de nuevo con vosotros».
«El periódico reanudará la cobertura en este lugar solo cuando la seguridad de nuestros periodistas esté garantizada por el palacio presidencial», aseguró Folha de São Paulo en una nota, en la que informó que también contactó al ministro Augusto Heleno. Según la publicación, cuestionó al ministro sobre las agresiones verbales contra los periodistas y no obtuvo respuesta.
Periodistas sin protección
Los reporteros son separados de los partidarios por rejillas de protección de baja altura y una fina cuerda de seguridad. El domingo pasado, la reportera Clarissa Oliveira, de la TV BandNews, fue golpeada por una simpatizante de Bolsonaro, que la atacó con el mástil de una bandera brasileña, cuando ella trabajaba cubriendo una manifestación de bolsonaristas que pedían el fin de la cuarentena, en apoyo al presidente, que cuestiona la gravedad de la pandemia.
En el comienzo de mayo, simpatizantes de Bolsonaro patearon y golpearon al fotógrafo, Dida Sampaio, y al chófer, Marcos Pereira, ambos del diario O Estado de São Paulo. Otros periodistas fueron empujados e insultados el mismo día, durante otra manifestación de apoyo al Gobierno.
Desde que comenzó la cobertura sobre el coronavirus, la cadena Globo y la Folha de São Paulo han sido el principal blanco de ataques de Bolsonaro, que ha estimulado a sus correligionarios a crear una campaña llamada «Globo BasuraK, que se destaca en las pancartas y en pegatinas distribuidas en los actos de apoyo al presidente.
Pero a lo largo de su Gobierno, Bolsonaro ha concentrado sus ataques contra periodistas y contra los medios que le hacen oposición. Su hijo, Carlos Bolsonaro, responsable por la comunicación informal del padre, es apuntado como uno de los líderes en la creación de páginas de noticias falsas a favor del Gobierno y de ataque a sus opositores.
La llegada a Brasil, la semana pasada, del grupo Sleeping Giants, que actúa informando a anunciantes sobre su aparición en páginas de fake news, tuvo fuerte repercusión y efecto de «desmonetización» sobre esos sitios web, provocando críticas de Carlos y del secretario de comunicación del Gobierno, Fábio Wajngarten.
Tomado de https://www.abc.es