Problemas sociales congelados

Los problemas sociales no se terminan en un año calendario. De ahí, que comenzamos el año a punto de finalizar 2019 con una encrucijada, que se mantendrá en el 2020. La solución de los males sociales se ha congelado. Las manos están atadas con grilletes para buscar soluciones.

Sigue pendiente la agenda de los problemas más acuciantes de los dominicanos. El alto costo de la vida, la inseguridad ciudadana, el desempleo, la falta de educación, la crisis hospitalaria y la galopante prima del dólar.

En el 2020 estos problemas tendrán que ser enfrentados por un nuevo gobierno a partir del mes de agosto. Sin embargo, desde enero hasta ese momento la acción seguirá sobre los hombros de Danilo Medina.

No importa quién gane las venideras elecciones presidenciales, llegará un nuevo gobierno. Talvez se siga eternizando en el poder el Partido de la Liberación Dominicana, o le llegará el momento a dos partidos nuevos, pero con ideas viejas.

El Partido Revolucionario Moderno nació de una fragmentación del Partido Revolucionario Dominicano. Poco importan las siglas que ya perdieron las elecciones pasadas. Su pasado le condena. Sus dirigentes tienen la vieja metodología de trabajo perredeista.

La Fuerza del Pueblo es la tajada disidente del PLD. Su capa direccional viene del grupo morado o del viejo Partido de los Trabajadores Dominicanos, heredero de los viejos izquierdistas de la Línea Roja del Catorce de Junio. Entre los tres principales partidos no hay nada nuevo. Viejas ideas que tienen que ser remozadas.

El 20 será un año de elecciones. Primero con un liderazgo local que a duras penas subsiste. En los pueblos ganan convenciones o son postulados, los que quieren la máxima dirigencia. No hay una verdadera expresión de democracia.

Aunque no se quiera ver, las municipales serán un termómetro de popularidad. No quiere decir que el que las gane tiene las presidenciales en el bolsillo. No. Se trata de dos procesos distintos, pero si se pueden constituir en la mejor encuesta.

Para continuar en el Palacio Nacional, el PLD y su aspirante a gobernar deben dar soluciones inmediatas a controlar el alto costo de la vida, terminar con la inseguridad ciudadana, rebajar el desempleo, eliminar las fallas de la educación, solucionar la crisis hospitalaria y parar la galopante prima del dólar.

Sin tregua navideña, será la extensión de los males que ahora mismo golpean a los dominicanos, con la dinámica electoral de por medio. Todavía es temprano para hacer pronósticos sobre quién ganará de los tres principales candidatos. No hay un favorito a simple vista. Pero el tiempo demanda soluciones a los males, y el elector observa para rayar su boleta o darle un click. ¡Ay!, se me acabó la tinta.