Twitter: ventajas y desventajas de editar los tuits

Uno de los grandes logros de Twitter ha sido saber escuchar a la comunidad que soporta la plataforma. Muchas de las funciones que se han incorporado desde 2006, momento en el que la red de micromensajes apareció, nacieron de los propios usuarios. Las usaban antes de hacerse realidad como el empleo de los «hashtag» o la opción de «retuitear». Una de las grandes peticiones históricas no se llegará a implementar «posiblemente nunca», aseguró recientemente Jack Dorsey, fundador de la compañía estadounidense, en relación a la posibilidad de editar «tuits».

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Una función atrevida que, sin embargo, puede cambiar al completo la filosofía primigenia con la que nació el servicio, con clara vocación por ajustarse al tiempo real. Con un botón de editar, los usuarios podrían dar un mal uso de la aplicación, apuntó Dorsey. En su opinión, si alguien publica un mensaje, otro usuario lo «retuitea» y a la media hora el usuario primero edita el contenido podría hacer que se divulgue un mensaje totalmente contrario al del principio.

Se trata de una función controvertida que, sin frivolizar, presenta tantas ventajas como inconvenientes. La comunidad siempre ha estado dividida entre aquellos usuarios que abogan por mantener inalterada la función y los que defienden, aunque con algunas limitaciones, un cambio para corregir, entre otras cosas, las erratas que se producen generalmente por las prisas.

Corrección de errores puntuales como gran ventaja. Este es el motivo principal -y la principal ventaja- por lo que se reclama la posibilidad de editar mensajes. Por diversos factores como las prisas o la rapidez el la escritura desde un teléfono móvil, en muchas ocasiones los usuarios lamentan haber publicado un mensaje con alguna errata.

Otras veces, al tratarse de un espacio limitado (desde hace dos años a 280 caracteres), los usuarios buscan encajar sus frases y, al retocarlas, se olvidan de alguna palabra. Nada grave, pero para los más pudorosos en el lenguaje y la ortografía representa casi un insulto a su inteligencia. Con una hipotética opción de modificar el mensaje se podrían corregir «errores puntuales, especialmente en hilos y en contenidos que se han viralizado y en los que detectas un error», valora telefónicamente Sergio Carrasco, abogado especializado en nuevas tecnologías.

Pero con limitación temporal. Uno de los grandes ejes de la plataforma es que sirve para demostrar las vergüenzas, cambios de opinión y aseveraciones de sus usuarios, en especial, entre aquellos que dedican su profesión a la vida pública como dirigentes políticos. El fenómeno de la «tuit-hemeroteca» se ha acrecentado en los últimos años hasta el punto que un mensaje mal dado ha servido para generar una notable polémica y provocar el despido de una persona de su cargo. Los que defienden la edición de «tuits» se inclinan por una función limitada, es decir, que no se posibilite editar mensajes en cualquier momento y de manera indefinida como sucede, por ejemplo, con Facebook. «[Sería] Una ventana temporal para este tipo de correcciones. La idea no es cambiar el sentido del tuit, porque eso sería una trampa, pero sí disponer de un tiempo de edición», apunta Carrasco.

Y con historial de ediciones. Ante el temor, precisamente, de que se cambie el sentido estricto de las frases publicadas, algunos usuarios defienden que venga asociado a un historial de ediciones, un sistema de etiquetado que, al igual que en Facebook, se informe al resto de usuarios que se ha modificado el «tuit» en cuestión. «Queremos corregir no cambiar el sentido del tuit, pero que tengas el tiempo suficiente para corregir algo si has visto una errata», añade este experto. Para Borja Adsuara, jurista experto en derecho digital, se mostraría a favor de la edición de mensajes en Twitter siempre y cuando se produzca «nada más publicar el mensaje» y, al igual que sus defensores, para «corregir erratas».

Pérdida del sentido como su principal inconveniente. Los detractores de esta medida aducen una «pérdida del sentido» de los mensajes, en especial, en los hilos o mensajes unidos que forman un relato corto en donde se profundiza sobre algún asunto. «Entiendo la postura de Jack Dorsey, porque si cambias un tuit que ha generado una polémica, no entiendes la polémica. Twitter es un reflejo de la actualidad y de lo que pasa. Y en la actualidad un dirigente dice una cosa, mete la pata y lo que puede hacer es corregirse, pero ahí está la hemeroteca», sostiene Adsuara.

Una falta de reflejo de la realidad. «Twitter se queda como un reflejo de la hemeroteca, como en los medios de comunicación. Luego se puede añadir otro mensaje matizando y corrigiendo. Ha pasado a ser notario de la actualidad y de lo que ha dicho cada uno», reconoce Adsuara, quien critica, no obstante, que normalmente la «corrección nunca se difunde» y «nunca tiene la misma relevancia el derecho a rectificación.

Tomado de https://www.abc.es