Un misil y dron hutíes matan a varios milicianos en el sur de Yemen
Dos atentados contra un campamento militar apoyado por Emiratos Árabes Unidos (EAU) y una unidad de la Policía dejaron 49 muertos en Adén, una ciudad del sur de Yemen, provocando una nueva jornada sangrienta, tras un periodo de relativa calma, en un país que lleva cinco años sumido en la guerra.
«49 personas han sido asesinadas y 48, heridas», informaba Mohamed Rabi, alto cargo del gobierno yemení reconocido por la comunidad internacional. Rabi no precisó el número de policías muertos en los atentados, dejando en el aire la cifra dada en una declaración previa, donde se anunciaba que 27 agentes habían perdido la vida.
Doble ataque
Adén es la ciudad donde se asienta el gobierno yemení reconocido por la comunidad internacional. En uno de sus céntricos barrios, en Cheikh Othman, un coche bomba causó varias víctimas mortales frente a un cuartel de la policía, tras explotar en el mismo momento en el que los agentes se reunían para honrar la bandera nacional, según afirmaron responsables de los servicios de seguridad, que aseguraron que el ataque fue perpetrado por yihadistas. No muy lejos, en la periferia oeste de la ciudad, se produjo otro ataque contra el cuartel de Al-Jalaa. En esa ocasión el atentado fue reivindicado por los rebeldes hutíes, enfrentados a las fuerzas progubernamentales.
En la cadena de televisión Al-Masirah, los hutíes afirmaron que llevaron a cabo el ataque con la ayuda de un misil y de un dron, apuntando a un desfile organizado en el cuartel con ocasión de la entrega de diplomas a los reclutas que acababan de terminar su formación. Un alto cargo de la policía, el general Munir al-Yayfi, murió en el atentado, tras la explosión de un misil que cayó cerca de una tribuna, según un fotógrafo de AFP que se encontraba en el lugar de los hechos. Los cadáveres, según la misma fuente, yacían por el suelo, donde se podían apreciar los cuerpos de 30 o 35 personas sin vida.
Dura condena
El gobierno yemení reconocido por la comunidad internacional condenó el doble ataque con dureza. «Estos ataques prueban que las milicias hutíes y los otros grupos terroristas se reparten los papeles y se complementan en la guerra contra el pueblo yemení», lamentó el gobierno en un comunicado.
Por su parte, el portavoz de los rebeldes, Daifallah al-Chami, afirmó a AFP que el cuartel de Adén fue atacado porque servía para «preparar una ofensiva de los traidores y de sus agentes» contra el grupo insurgente.
La milicia forma parte del llamado «Cinturón de seguridad», entrenado y equipado por EAU, uno de los pilares de la coalición, dirigida por Arabia Saudí, que interviene en Yemen para batallar contra los rebeldes hutíes desde marzo de 2015. Los atentados se produjeron después de que EAU anunciara su deseo de reducir sus tropas en Yemen para pasar de una «estrategia» de guerra a una lógica de «paz».
Final de la calma
Durante estos últimos años, Adén, la capital provisional del gobierno yemení tras la toma de Saná por los rebeldes hutíes, ha sido teatro de una serie de atentados que han matado a centenares de personas. Algunos fueron reivindicados por el grupo terrorista Daesh. Otros, por Al-Qaida. Sin embargo, hasta los que se produjeron ayer, Adén había conocido un periodo de relativa calma. El último atentado suicida había tenido lugar en julio de 2018.
El sur de Yemen sigue bajo control de las fuerzas progubernamentales. La guerra que padece el país desde hace cinco años ha causado decenas de miles de muertos, entre ellos numerosos civiles, y provocado la peor catástrofe humanitaria del mundo, como ha denunciado Naciones Unidas.
Tomado de https://www.abc.es