WhatsApp o Telegram: ¿qué aplicación de mensajería es mejor?
WhatsApp no fue la mejor aplicación de mensajería cuando llegó en 2009. Sufría constantes caídas del servicio. Desconexiones que muchos usuarios asumieron el peaje con tal de usarla. En su escalada surgieron numerosos fallos de seguridad que, pese a empañar su imagen, no evitó lo que vendría después: se convirtió en el servicio más utilizado del mundo. Parte de su éxito se debió a formar parte de Facebook, la multinacional estadounidense que adquirió la empresa en 2014 por 19.500 millones de euros. Muchos han querido hacerle sombra desde entonces. Nadie lo ha conseguido.
Porque pese a que algunas alternativas importantes como WeChat en Asia (1.200 millones de usuarios), hasta ahora no ha tenido rival a pesar de que, para muchos expertos, no ha sido la mejor de su entorno. ¿Alguien recuerda ahora Line? ¿O la pionera BBM de los dispositivos BlackBerry? Incluso Snapchat ha perecido en la boca de pez grande. De Telegram se ha relacionado como una aplicación más segura, al igual que Signal, que incluso lo han defendido expertos como Edward Snowden, antiguo oficial de los servicios de inteligencia estadounidenses.
Pero WhatsApp, siempre, pese a las modas y fenómenos, ha salido airoso, a pesar de ir a remolque de los demás. Como en el caso de las «historias», esas porciones de contenido (vídeo, fotografía o texto) que desaparecen pasadas las 24 horas. Nacieron en Snapchat, donde se hicieron populares entre los usuarios más jóvenes, y Facebook no tuvo reparos en añadirla entre sus funciones. O qué decir del sistema de cifrado de «extremo a extremo». Una medida de seguridad que apareció años más tarde que otras alternativas más robustas. En cualquier caso, ha llegado a romper récord, acumulando ahora más de 2.000 millones de usuarios registrados en todo el mundo; Telegram tiene poco más de 200 millones.
De procedencia rusa
El bulo acerca de que su nueva restricción sobre los mensajes reenviados solo afectaba a España (algo que es a nivel mundial) ha llevado a un sector de la población a recomendar (y pasarse) a Telegram. Pero, ¿qué diferencias presenta cada una? Hay muchas y, algunas, importantes. Lo primero que hay que tener en cuenta es su procedencia. Nacida en 2014, está creada por los hermanos Durov (Pavel y Nikolai), que pertenecían al «facebook ruso», VK.
En la actualidad, tiene la sede en Dubai (Emiratos Árabes). En 2017, debido a unas acusaciones por falta de transparencia, Rusia la incluyó en un registro que le obligaba a cumplir las leyes contra el terrorismo del país. La empresa ha defendido siempre que no está relacionada con ningún gobierno. En cambio, WhatsApp es una filial del grupo estadounidense Facebook, fundado y dirigido por Mark Zuckerberg.
Opción de chat secreto
Además de su origen, ambas presentan importantes diferencias. Una de ellas es la opción «chat secreto», que representa un método para que promete proporcionar unas conversaciones más privadas y seguras. Telegram permite programar mensajes que se autodestruyen. Es una opción que también ha estudiado WhatsApp, pero no la puesto en marcha nunca a pesar de los insistentes rumores de los últimos años.
Avisa al resto de contactos
Otra diferencia aparentemente inocente pero que para muchos puede ser importante es que cuando ingresas por primera vez en Telegram aparece una notificación advirtiendo que has desembarcado en el servicio. Así, los contactos, a los que también hay que darle permiso para acceder a la lista completa, pueden saber que estás formando parte de su comunidad. Y otro detalle que avisa: Telegram informa del nombre del usuario que fue el origen de un mensaje reenviado, viendo además activado por defecto (se puede desactivar). En WhatsApp es algo anónimo.
Canales o listas de difusión
Llamadas de manera diferente, ambos servicios permiten difundir mensajes a grandes audiencias. Es decir, sea con las «listas de difusión» de WhatsApp o los «canales» de Telegram, los usuarios pueden comunicarse de una manera oficial sin tener que crear un grupo. Pero, a diferencia, un canal puede ser útil para la comunicación masiva sobre una temática. Hay partidos políticos, consultoras o empresas que lo utilizan para propagar mensajes.
Ambas con llamadas
Esto se incluye en ambas. De igual manera, las dos aplicaciones se enmarcan dentro de una categoría, que permiten las llamadas VOiP. Es decir, los usuarios de cualquiera de las dos podrán establecer llamadas telefónicas con sus amigos y contactos. También videollamadas.
Organizar carpetas, mandar «stickers»
Otra diferencia importante con WhatsApp es que los usuarios pueden organizar los grupos de chat de una manera más ágil y visual gracias a las carpetas. Tan solo hay que ir a crear una nueva carpeta para empezar y se puede también cambiar el orden de una manera sencilla y fácil. Ambas «apps» permiten mandar «stickers», pegatinas, imágenes, audio, video y, por supuesto, texto. Las dos también pueden mandar la ubicación en tiempo real, aunque Telegram presenta una mayor personalización.
Privacidad y seguridad
Este es uno de los puntos importantes y que más interés suscita entre sus seguidores. Telegram presenta algunas características ligeramente más avanzadas en materia de privacidad que su rival WhatsApp como restringir quién puede añadirte a grupos o canales con mayor precisión. También se puede ocultar el número de teléfono desde las opciones, con lo que si eres un personaje público pues puede interesarte. Incluso añadir excepciones,es decir, acotar las personas que, en cambio, sí pueden consultar este dato personal.
Los usuarios pueden, a su vez, limitar las llamadas de voz entrantes a diferencia de WhatsApp, aunque comparten otros detalles como la posibilidad de hacer desaparecer la información de última conexión o si estás en línea en ese momento. Esto, sin embargo, puede ser motivo de disputa entre parejas. Ambas tienen los mensajes cifrados de «extremo a extremo», con lo que ninguna de las compañías pueden ver las conversaciones. Aunque con un matiz: en el caso de WhatsApp los mensajes cifrados vienen predeterminados a todos los chats, mientras que en el caso de Telegram solo afecta a los chats secretos. Las conversaciones «normales» no tienen esta medida de seguridad.
Funciones privadas
Telegram tiene una opción interesante que es la protección contra las capturas de pantalla, mientras que WhatsApp no lo tiene presente entre sus funciones. Algo importante para más de una persona para evitar posibles filtraciones. Tambien tiene teclado en modo incógnito, algo que su rival no.
Programar la eliminación de la cuenta
Una característica propia de Telegram es la posibilidad de eliminar la cuenta de manera automática junto con los mensajes y contactos al cabo de un tiempo, por ejemplo, seis meses. Así, en caso de fallecimiento puedes borrar tu rastro. Útil, por ejemplo, para personajes famosos que quieren ocultar cualquier aspecto de su vida.
Tomado de https://www.abc.es/